5 días atrás
2 mins lectura

Pemex: deuda récord y plan de rescate hacia 2035

Pemex enfrenta su mayor reto: deuda histórica, producción en caída y un plan que apuesta por refinación y alianzas privadas.

Pemex: deuda récord y plan de rescate hacia 2035

Petróleos Mexicanos, emblema de la soberanía energética desde 1938, enfrenta hoy una realidad que contrasta con su pasado glorioso: es la petrolera más endeudada del mundo y su modelo operativo se tambalea. Con una deuda que supera los 98 mil millones de dólares y una producción en declive, el gobierno federal ha lanzado un plan estratégico para rescatarla, prometiendo que en 2027 será autosuficiente. Pero la pregunta persiste: ¿es viable sostener una empresa que consume recursos públicos mientras el mundo acelera hacia energías limpias?

La apuesta oficial: refinación y alianzas privadas

El Plan Estratégico 2025–2035 busca reducir la deuda, estabilizar la producción en 1.8 millones de barriles diarios y fortalecer la refinación para sustituir importaciones de combustibles. Pemex también abre la puerta a asociaciones privadas en proyectos de fracking y aguas profundas, bajo esquemas de coinversión y reparto de riesgos. Sin embargo, expertos advierten que las condiciones fiscales y la inseguridad jurídica podrían limitar el interés de grandes operadores internacionales.

El costo social y ambiental de la soberanía

Mientras se destinan miles de millones para salvar a Pemex, sectores como salud, educación y transición energética ven recortados sus presupuestos. La estrategia mantiene la dependencia de combustibles fósiles y posterga incentivos para electromovilidad y energías renovables, pese a que México tiene condiciones óptimas para liderar la descarbonización en América Latina. El riesgo es claro: prolongar un modelo que drena recursos y frena la competitividad en un mundo que exige innovación verde.

¿Renacimiento o espejismo?

Pemex sigue siendo un símbolo nacional y un gran empleador, pero su futuro dependerá de algo más que discursos sobre soberanía. La empresa necesita eficiencia, transparencia y una visión que concilie seguridad energética con sostenibilidad. De lo contrario, el costo de mantener vivo este gigante podría ser demasiado alto para el país.


Compartir Post:

Deja un comentario

Todos los campos son obligatorios *