Pemex redujo su deuda con proveedores en 75 mil mdp, pero cámaras empresariales advierten que los pagos aún son insuficientes para estabilizar el sector.
La petrolera más grande de México dice estar cumpliendo, pero sus proveedores piensan lo contrario. Aunque Pemex reportó pagos por 230 mil millones de pesos en el primer semestre de 2025, la deuda total con contratistas y empresas de servicios sigue superando los 400 mil millones. Mientras tanto, cámaras empresariales nacionales e internacionales elevan el tono: los retrasos en pagos no solo afectan a proveedores, también ponen en riesgo la cadena de suministro energética del país.
Durante una conferencia con inversionistas, Juan Carlos Carpio Fragoso, director Corporativo de Finanzas de Pemex, aseguró que la empresa ha estado avanzando en el cumplimiento de sus compromisos financieros, especialmente en lo que respecta al pago a proveedores y contratistas. Según los datos presentados, del 1 de enero al 30 de junio de 2025, se pagaron más de 230 mil millones de pesos, lo que permitió reducir la deuda a proveedores en 75.5 mil millones de pesos respecto al cierre de 2024.
"Estamos implementando mecanismos financieros y operativos que fortalecen la operación de Pemex y permiten cumplir puntualmente con nuestros compromisos", dijo Carpio.
Sin embargo, en contraste con el optimismo oficial, organismos empresariales como Coparmex, Canieti, CCE, CMIC y Concanaco Servytur emitieron un comunicado en mayo en el que reconocen los pagos, pero advierten que estos apenas cubren el 25% del adeudo total, dejando en vilo a cientos de empresas que dependen de esa liquidez para operar.
La crítica no se limita a actores nacionales. Desde Estados Unidos, el Consejo de Fuerza Laboral y Tecnología Energética (EWTC) también alzó la voz. Estimaciones del organismo indican que Pemex adeuda más de 1,854 millones de dólares a empresas de servicios petroleros estadounidenses. De ese total, 871 millones corresponden a trabajos realizados en 2024 que siguen sin ser cobrados por falta de documentación oficial, y 983 millones por trabajos completados en 2025, aún no pagados ni facturados. Además, prevén otros 2,500 millones de dólares en contratos programados para 2026, lo que podría agravar el problema si no se soluciona desde ahora.
Coparmex alertó que, al cierre de junio, el monto total adeudado supera los 400 mil millones de pesos, cifra que representa no solo un riesgo para las finanzas internas de Pemex, sino para toda la cadena energética nacional e internacional que depende de su cumplimiento.
A pesar de estas cifras, Carpio insistió en que el pago a proveedores ha sido constante este año. “Durante el primer semestre de 2025 se avanzó en el cumplimiento de los compromisos de pago a proveedores y contratistas”, reiteró el directivo, sin ofrecer fechas para la liquidación total de la deuda pendiente.
Pemex enfrenta un dilema incómodo: mientras busca proyectar confianza en los mercados internacionales con la colocación de nuevos bonos, en el frente operativo la presión crece. Los pagos realizados son importantes, pero todavía quedan miles de millones pendientes que comprometen la viabilidad de cientos de proveedores, muchos de ellos pequeños o medianos, cuya supervivencia depende de la puntualidad del gigante estatal.
Para el gobierno de Claudia Sheinbaum, la gestión de esta deuda será uno de los indicadores clave de credibilidad financiera en el arranque de su sexenio. No solo ante inversionistas, sino también ante los eslabones productivos que sostienen el día a día del sector energético mexicano.
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