China y México: alianza clave contra el fentanilo

Conoce cómo la cooperación entre China y México se convierte en una estrategia contundente para controlar el tráfico de fentanilo y proteger la salud pública a nivel global.

China y México: alianza clave contra el fentanilo

El gobierno de China anda moviendo todas sus fichas para frenar la producción y tráfico de fentanilo, y en conjunto con México no se está quedando con los brazos cruzados. El Libro Blanco “Control de sustancias relacionadas con el fentanilo: Contribución de China”, difundido por la Embajada de China en México, revela que ambos países han venido forjando un frente común bastante sólido para darle cuello a esta crisis, con el Grupo de Trabajo China-México sobre Precursores Químicos como pieza clave en la mesa. Ese grupo, creado en 2023, ya tuvo su segunda reunión el 6 de septiembre de 2024 en la Ciudad de México —fecha que suena futurista, pero según lo difundido por las autoridades, ya está más que definida— y ahí adoptaron las Reglas de Operación y el acta de su encuentro.

No es cuento chino: la cooperación implica desde investigaciones conjuntas hasta el monitoreo de rutas dudosas. China le apuesta duro al sistema PEN Online y PEN Online Light de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes para fiscalizar y vigilar precursores químicos, incluso de los que no están en lista oficial. Es decir, van con todo para que no se meta mano ilegal en esos compuestos. Y ojo, que no se trata solo de poner candados: también hay un llamado a la comunidad internacional para que se ponga las pilas y se arme una estrategia global.

En esta jugada, los chinos han extendido puentes no solo con México, sino con otros como Estados Unidos, la Unión Europea, Australia y Nueva Zelanda. ¿Cuál es el quid del asunto? El fentanilo, esa sustancia sintética que le quita el sueño a muchos gobiernos, y que puede detonar un desastre sanitario si se sale de control. Por eso, se andan viendo ideas de fiscalización y regulación cada vez más estrictas, para atajar el riesgo de que se convierta en un monstruo imparable. Dicen que más vale prevenir que lamentar, y en este rubro, China anda marcando la pauta como quien dice “si nosotros no logramos algo, no lo va a lograr nadie”.

La bronca principal se centra en que el fentanilo y sus parientes sintéticos son como pólvora: muy potentes y muy fáciles de mover si no se tienen reglas firmes. Así que, bajo la premisa de que “cada quien hace su chamba y luego unimos esfuerzos”, México y China buscan:

  1. Blindar la producción y distribución de precursores.
  2. Compartir datos de rutas sospechosas y red de laboratorios clandestinos.
  3. Promover regulaciones internacionales para que no existan grietas legales.
  4. Prevenir el abuso de sustancias sintéticas antes de que sean tendencia en el mercado negro.

Claro que a más de uno le brinca la ceja, preguntándose qué tan en serio va esta colaboración o si es mera diplomacia con palmaditas en la espalda. Hay quienes dudan de la verdadera contundencia de las acciones, alegando que el narco no se detiene con discursos. Sin embargo, a veces la política internacional funciona como un ajedrez: movimientos precisos y pactos estratégicos que buscan resultados a largo plazo.

China, en su documento, reitera que “la fuerza viene de la cooperación” y le lanza una invitación mundial a sumarse con propuestas concretas, verificación constante y mano dura contra quienes quieran aprovecharse de cualquier laguna jurídica. El punto es que si todo se queda en buenas intenciones y fotos oficiales, el fentanilo podría seguir desafiando los esfuerzos de múltiples naciones. Pero si China, México y el resto de los países cierran filas en serio, a lo mejor y le ponen un freno al monstruo sintético que amenaza con descontrolar los sistemas de salud y seguridad en todo el globo.

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