Trump activa aranceles y desata tormenta comercial global

Descubre cómo las nuevas tarifas de Donald Trump, dirigidas a México, Canadá y China, amenazan con provocar una guerra comercial sin precedentes y qué represalias preparan sus socios y rivales.

Trump activa aranceles y desata tormenta comercial global

En un movimiento que ha encendido alarmas a escala mundial, el presidente Donald Trump decidió imponer arancelesdel 25% a productos de México y Canadá –con excepciones del 10% para ciertos bienes energéticos canadienses– y uno adicional de 10% a las importaciones chinas, medida que ya se venía fraguando en Washington desde hace semanas. La nueva norma, según Trump, entra en vigor de inmediato y prevé, para el 2 de abril, otras subidas arancelarias sobre países con los que Estados Unidos arrastra una supuesta “desventaja” comercial. Para muchos observadores, esta jugada augura el inicio de una guerra comercial que pondrá patas arriba las cadenas de suministro y la cooperación económica entre Norteamérica y el gigante asiático.

La retórica dura de Trump no es novedad, aunque los detalles han ido mezclándose con declaraciones contradictorias de su equipo. Howard Lutnick, secretario de Comercio, decía unas horas antes que todavía “no se decidía” el alcance total de los gravámenes. Sin embargo, por la tarde, el mandatario tuiteó con un tono de ultimátum: “No queda espacio para México y Canadá. Los aranceles están listos y se implementan mañana”. La supuesta motivación oficial es la falta de colaboración de sus vecinos para combatir la migración, el narcotráfico (especialmente el fentanilo) y, en el caso de Canadá, un desequilibrio comercial que, según Trump, perjudica a la industria estadounidense.

México, por su parte, dice haber tomado cartas en el asunto, reforzando la frontera norte con 10,000 efectivos de la Guardia Nacional y deportando a líderes criminales, pero parece no haber sido suficiente para frenar las ansias proteccionistas de Trump. Desde hace meses, la administración mexicana prepara posibles represalias, al igual que Canadá, que anunció un arancel de 25% a ciertos productos estadounidenses (carnes, frutas, equipos deportivos, entre otros) y evalúa más acciones por valor de 125,000 millones de dólares canadienses. El primer ministro Justin Trudeauha prometido responder “de manera enérgica pero razonable”.

La historia con China tampoco pinta bien: tras el castigo inicial de 10%, Pekín devolvió el golpe gravando carbón, gas natural licuado (GNL), petróleo y ciertos autos americanos. Ahora, Trump redobla esa presión, alineando su discurso contra el país asiático, al que culpa de exacerbar la crisis del fentanilo. Observadores financieros temen que con esta escalada suba la incertidumbre global, afectando bolsas y anulando cualquier perspectiva de estabilidad económica. La confusión reina también en el gabinete, con Lutnick anunciando negociaciones de última hora y la Casa Blanca filtrando, por otro lado, que “no hay marcha atrás”.

Una encrucijada interesante es la propuesta mexicana de igualar aranceles frente a China para el sector automotriz, un intento por mantener cierto flujo comercial protegido en el contexto de la conflictiva relación Trump-Pekín. Aun así, es incierto si este esfuerzo tendrá eco en la administración norteamericana. Mientras tanto, las empresas multinacionales que operan en México —y que exportan hacia Estados Unidos— ya resienten la presión. El cruce de reproches está al rojo vivo, y los analistas económicos advierten que las cadenas de suministro e inversiones de largo plazo podrían tambalearse si no se modera el tono y se evita una “guerra comercial total”.

Al final, tras una serie de declaraciones confusas, el desenlace parece confirmarse: múltiples aranceles en diferentes frentes. Se cierra un mes de amenazas que nadie tomó a la ligera, y que hoy se cristalizan en medidas concretas con impacto inmediato. Y lo más preocupante es que la situación aún podría empeorar, pues Trump advirtió que, de no ver resultados tangibles en poco tiempo, “más aranceles están en camino”. Lo único cierto en este momento es la incertidumbre que se cierne sobre las economías de América del Norte y el enorme jugador asiático.

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