Perforadora México detiene operaciones en cuatro estados ante la falta de pagos de Pemex; la deuda con proveedores supera los 22 mil mdd.
La crisis de liquidez de Pemex ya tiene consecuencias operativas: Grupo México, a través de su filial Perforadora México (Pemsa), decidió suspender temporalmente la operación de cuatro plataformas jackup en Chihuahua, Zacatecas, Campeche y Tabasco, ante la falta de pagos por parte de la petrolera estatal. “Nos resulta mejor tenerlas en paro que trabajando sin cobrar”, reconoció la empresa en su reporte financiero del segundo trimestre.
Las cifras reflejan el golpe: las ventas acumuladas de Pemsa cayeron 64% anual, mientras que su flujo operativo (Ebitda) se desplomó 89%, al ubicarse en apenas 7 millones de dólares. La división Infraestructura de Grupo México también reportó una caída de 11.9% en ventas netas, directamente relacionada con la cancelación temporal de los contratos con Pemex.
La petrolera enfrenta una deuda con proveedores y contratistas que asciende a 22,800 millones de dólares, en medio de una producción estancada, retrasos en refinación y vencimientos financieros por 98,800 millones de dólares. La semana pasada, el gobierno federal emitió 12,000 millones de dólares en notas precapitalizadas (P-Caps) para cubrir amortizaciones, pero estos recursos no están destinados a proveedores.
Grupo Carso, de Carlos Slim, también reportó adeudos por 700 millones de dólares. Mientras tanto, el director general de Pemex, Víctor Rodríguez Padilla, se ha mantenido ausente del debate público desde febrero.
El gobierno de Claudia Sheinbaum alista para este jueves 31 de julio la presentación de un plan integral para Pemex, en el que se espera se aborde la crisis de pagos a contratistas. Por ahora, la decisión de Grupo México marca un precedente: mejor parar que trabajar sin cobrar.
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