Gasolina adulterada provoca fallas y riesgos mecánicos

Organizaciones advierten sobre el uso de gasolina adulterada en estaciones de servicio, que está generando fallas mecánicas y riesgos viales, especialmente en motocicletas.

Gasolina adulterada provoca fallas y riesgos mecánicos

La venta de gasolina adulterada en estaciones de servicio —ya sea por mezcla ilegal de solventes o por huachicol— está generando un problema técnico y de seguridad vial en México. La organización Salón Internacional de la Motocicleta México alertó sobre un aumento en las fallas mecánicas en motocicletas, derivadas del uso de combustibles contaminados, lo que pone en riesgo la integridad de los conductores.

Entre los daños más frecuentes se encuentran obstrucción de inyectores, fallas en bujías, sobrecalentamiento, pérdida súbita de potencia y apagones en movimiento, condiciones que pueden derivar en accidentes graves. La organización llamó a los motociclistas a estar atentos a señales como jaloneos, humo denso, disminución de rendimiento y encendido de luces de emergencia.

Un problema estructural sin control técnico

El problema no es nuevo, pero ha cobrado fuerza. En septiembre pasado, el entonces titular de la Comisión Reguladora de Energía (CRE), Walter Julián Ángel Jiménez, reconoció que el 30% de las gasolinas que se venden en el país están fuera de norma, es decir, adulteradas. Los principales contaminantes detectados son alcoholes y naftas, hidrocarburos volátiles que alteran la calidad del combustible y dañan los motores.

La situación se agrava por la falta de coordinación institucional. El titular de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), Iván Escalante, aclaró recientemente que su dependencia no tiene atribuciones para verificar la calidad del combustible, sino únicamente los aspectos volumétricos y de calibración de bombas. La responsabilidad técnica recae en la CRE, que actualmente enfrenta una reestructuración institucional.

Durante 2024, las entidades con mayor número de denuncias por gasolina adulterada fueron Ciudad de México, Estado de México y la región del Bajío, zonas con alta densidad vehicular y actividad comercial.

Denuncia y revisión técnica

La organización motociclista recomendó a los usuarios que detecten irregularidades en el desempeño de sus vehículos evitar acelerar, acudir a revisión mecánica y denunciar la estación ante Profeco. Aunque esta última no puede verificar la calidad del combustible, sí puede iniciar procesos administrativos que deriven en inspecciones más amplias.

El problema de la gasolina adulterada no solo afecta a los consumidores, sino que también erosiona la confianza en el sistema de distribución de combustibles, genera pérdidas económicas por reparaciones y pone en entredicho la eficacia del marco regulatorio vigente.

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