Sin subastas ni reglas claras, México frena renovables

La falta de subastas eléctricas y certidumbre regulatoria limita la inversión en renovables y compromete la capacidad del sistema eléctrico para cubrir la demanda creciente.

Sin subastas ni reglas claras, México frena renovables

México está perdiendo el ritmo en la carrera global por la transición energética. A pesar de contar con uno de los potenciales solares y eólicos más altos del mundo, el país enfrenta un estancamiento en la inversión renovable debido a la ausencia de subastas eléctricas a largo plazo, la incertidumbre jurídica y la falta de reglas operativas claras para el despacho de energía. El resultado: una matriz energética que no crece al ritmo de la demanda y un sistema eléctrico que opera al límite.

Según datos del CENACE, la demanda eléctrica nacional crece a un ritmo del 2.9% anual, y se proyecta que pasará de 351,000 GWh en 2023 a 435,000 GWh en 2030. Sin embargo, ni la generación ni la infraestructura de transmisión están siguiendo ese paso. El margen de reserva eléctrica cayó a 6% en 2024, y aunque el gobierno federal prevé elevarlo a 10% en 2025, el sistema sigue operando con márgenes estrechos.

Subastas detenidas, inversión congelada

Desde 2018, México no ha convocado nuevas Subastas de Largo Plazo (SLP), mecanismo clave para garantizar contratos estables de compraventa de energía y Certificados de Energías Limpias (CELs). Estas subastas, administradas por el CENACE y reguladas por la CNE, permitían a los generadores asegurar ingresos a 15 o 20 años, lo que facilitaba el financiamiento de nuevos proyectos.

La falta de nuevas rondas ha generado un vacío de señales de mercado. “Es indispensable que se reactiven las subastas. Hoy, los cambios regulatorios y la incertidumbre jurídica son una barrera para el desarrollo de proyectos de energía limpia”, advirtió Usue Abad Contreras, especialista en renovables.

Reglas inciertas, permisos lentos

Además de la falta de subastas, el sector enfrenta reglas de despacho poco transparentes y procesos de permisos lentos, lo que desalienta la participación privada. Aunque la Secretaría de Energía ha lanzado la Estrategia para el Fortalecimiento del SEN, aún falta la publicación de la legislación secundaria que habilite mecanismos como Contratos Mixtos, APPs y Proyectos de Inversión Financiada.

Abad señala que, con equipos sólidos de relaciones institucionales, los tiempos de obtención de permisos pueden reducirse hasta en 40%, pero advierte que sin certidumbre jurídica, los proyectos seguirán detenidos.

Transmisión: el cuello de botella

El otro gran obstáculo es la infraestructura de transmisión. Aunque México ha logrado reducir los costos de generación renovable, la energía no puede llegar a los centros de consumo si no hay líneas disponibles. La especialista propone una hoja de ruta técnica: nuevas líneas de alta tensión, digitalización con smart grids, almacenamiento eficiente y la interconexión de las penínsulas de Baja California y Yucatán, históricamente vulnerables.

Oportunidad en medio de la tensión

Pese al panorama, Abad ve una oportunidad: “Hoy se ve claramente un giro de timón. La Secretaría de Economía, la SENER y la banca de desarrollo están más coordinadas. Si logramos consolidar reglas claras y mecanismos de inversión, México puede recuperar su liderazgo en renovables”.

El país tiene el recurso, la tecnología y el interés del capital. Lo que falta es una política energética que combine visión de largo plazo, certidumbre jurídica y ejecución técnica.

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