La COPARMEX advierte que la sostenibilidad real de Pemex depende de saldar deudas a tiempo, frenar fugas estructurales y reforzar su gobierno corporativo. Un diagnóstico claro que invita a actuar.
Desde el piso superior de su oficina, en el centro de la Ciudad de México, la titular de COPARMEX observa con gesto tenso el documento que acaba de recibir. Afirma con voz firme: “Pemex solo será sostenible si elimina pérdidas estructurales y paga a tiempo”. Con esta frase arranca el diagnóstico más duro —pero certero— sobre el Plan 2025‑2035 de la petrolera estatal.
El organismo empresarial respalda la visión de una Pemex fuerte y eficiente, siempre que vaya acompañada de medidas claras de transparencia, eficiencia operativa y sustento financiero real, apunta su comunicado más reciente. La mejora en la calificación de Fitch y la reducción proyectada de deuda —de 113,200 millones de dólares en 2021 a 77,300 millones hacia 2030— son avances celebrados… pero condicionados al pago oportuno a proveedores y la eliminación de fugas de recursos institucionales.
Imagina la escena: un proveedor en Ciudad del Carmen revisa su balance y ve la factura vencida de Pemex, dudando si aún mantendrá a su personal. COPARMEX alerta que miles de mipymes —clave en el sur-sureste— están al borde de frenar operaciones si no se extinguen esos adeudos. Reparar esa cadena tiene un efecto multiplicador regional, laboral y de confianza.
La urgencia también está en los detalles: la confederación señala la necesidad apremiante de cerrar “vacíos estructurales”. Entre ellos, contratos inflados, huachicoleo no combatido y falta de mecanismos robustos de gobierno corporativo, como auditorías independientes o plazos de pago claros. Sin ese soporte institucional, advierten, la eficiencia y rendición de cuentas seguirán siendo letra muerta.
Aunque el gobierno federal ha activado instrumentos como el Fondo de Inversión de 250 mil millones de pesos y una emisión de bonos, COPARMEX considera que estos no bastan. La sostenibilidad real dependerá de parar la dispersión de recursos, honrar facturas y restaurar la cadena productiva local. “La autosuficiencia de Pemex en 2027 solo se cumple si se erradican estas pérdidas”, sentencia el documento.
En resumen, COPARMEX plantea un llamado contundente: sin pagos puntuales y transparencia, no habrá estrategia financiera o de reestructuración que alcance resultados duraderos. El mensaje es claro: para que Pemex pueda renacer, primero debe cumplir su palabra, hacer rendir cada peso y devolver la confianza que alguna vez tuvo.
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