Latinoamérica podría quedarse sin petróleo en menos de 10 años si no acelera la exploración. Brasil y Guyana lideran, mientras México, Colombia y Ecuador enfrentan crisis. ¿Cómo afectará esto a la economía regional?
Los números no mienten: Latinoamérica está perdiendo la carrera contra el tiempo en el sector petrolero. Según datos de Bancolombia y la CEPAL, las reservas probadas de la región (excluyendo a Venezuela) han caído de 65,000 millones de barriles en los 90 a apenas 46,000 millones hoy. Si el ritmo actual continúa, países como Ecuador, Colombia y México podrían agotar sus reservas en menos de una década, poniendo en jaque la estabilidad económica de naciones que aún dependen del crudo.
Mientras Brasil y Guyana celebran descubrimientos récord (con un aumento del 5.9% en reservas para el gigante sudamericano), otros países enfrentan un panorama sombrío:
México: Sus reservas durarían 8.7 años, según la CNH, pero la producción sigue en declive.
Colombia: Con solo 7.2 años de margen, lucha contra bloqueos y falta de inversión.
Ecuador: Alarmante pronóstico de 7.5 años, con riesgo de dejar de exportar crudo en 2033.
Laura Clavijo, economista de Bancolombia, lo resume así: "Sin exploración, no hay futuro. Estamos viviendo de las rentas del pasado".
Aunque posee las mayores reservas del mundo (300,000 millones de barriles), las sanciones de EE.UU. podrían reducir su producción a 500,000 barriles diarios este año, según Oxford Economics. Europa y Estados Unidos, sus principales compradores, ya buscan alternativas.
El dilema es claro: o se invierte en exploración o se acepta el declive. Las petroleras planean gastar $127,000 millones de dólares en la región hacia 2029, enfocándose en:
El presal brasileño (aguas ultraprofundas).
El fracking argentino (Vaca Muerta).
Los nuevos yacimientos de Guyana, el "Dubai del Caribe".
Pero no todos confían. Alexander Londoño, de ActivTrades, advierte: "En México y Colombia, los gobiernos frenan la exploración. Solo Brasil y Argentina avanzan".
Mientras tanto, el barril de Brent ronda los $65 dólares, lejos de los $70 proyectados. Para economías como la colombiana, esto significa menos ingresos y más presión fiscal. El Banco Mundial prevé un promedio de $64 en 2025, con riesgo de caer a $59 si la demanda global se enfría.
Milton Montoya, experto de Holland & Knight, es cauteloso: "En los 90 decían que quedaban 20 años de petróleo, y aquí seguimos. Pero sin inversión, el pronóstico se cumplirá". La solución, según él, pasa por:
Seguridad jurídica para atraer capital.
Diálogo con comunidades (evitando bloqueos).
Flexibilidad fiscal que incentive la exploración.
La región debe decidir si apuesta por renovables o rescata su industria petrolera. Una cosa es segura: el tiempo se agota.
Manténgase informado con análisis exclusivos en AI Regula Solutions, donde seguiremos este pulso energético. ¡Comparta esta noticia: el futuro económico de Latinoamérica está en juego!
Todos los campos son obligatorios *