El esquema de pago a proveedores de Pemex aún no está definido, mientras legisladores buscan condonaciones fiscales ante el SAT y el IMSS. La incertidumbre persiste en zonas petroleras como Campeche, donde decenas de empresas enfrentan embargos.
En una calle polvorienta de Ciudad del Carmen, frente a una oficina cerrada con un letrero que dice “Proveedor de Pemex”, tres trabajadores revisan papeles bajo el sol. Uno de ellos, Jorge, sostiene una carpeta con facturas vencidas. “Nos deben desde hace más de un año. Ya no sabemos si seguir esperando o cerrar”, dice con voz seca.
La escena se repite en otras zonas petroleras del país, mientras el gobierno federal anuncia un vehículo de financiamiento por 250 mil millones de pesos para reforzar las finanzas de Pemex. Pero el esquema de pago a proveedores aún no está definido, reconoció la diputada Rocío Abreu Artiñano, presidenta de la Comisión de Energía.
“No nos han dicho cómo se va a amortizar el tema de proveedores. Eso es lo que vamos a platicar con ellos, porque es urgente”, declaró Abreu tras el evento oficial en Palacio Nacional. La legisladora también forma parte de la Comisión de Hacienda, desde donde se han iniciado acercamientos con el SAT para atender los casos más críticos.
Uno de esos casos involucra a más de 50 empresas embargadas por el SAT, principalmente en Campeche, por adeudos fiscales que no han podido cubrir debido a los pagos pendientes de Pemex. “Nos sentamos con el SAT, estamos canalizando los temas relacionados con cuentas embargadas. Hay mecanismos para desatorar”, explicó Abreu.
La propuesta más avanzada contempla condonaciones de hasta 100% en intereses para adeudos menores a 38 millones de pesos, siempre que estén vinculados a la falta de pago por parte de Pemex. En el caso del IMSS, aún no se ha logrado establecer un esquema similar, aunque ya hay conversaciones en curso.
Según cifras oficiales, Pemex mantiene adeudos por 404 mil millones de pesos, aunque la presidenta Claudia Sheinbaum aseguró esta semana que ya se han pagado 230 mil millones, con la promesa de liquidar el resto antes de que termine el año.
Mientras tanto, en las zonas petroleras, la incertidumbre sigue siendo la norma. “Nos dijeron que ya viene el dinero, pero no sabemos cuándo ni cómo”, comenta Teresa, dueña de una empresa de mantenimiento industrial. “Lo que queremos es que nos paguen, no que nos embarguen”.
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