La petrolera mantiene márgenes sólidos y apuesta por hidrógeno y captura de carbono, mientras espera que el Brent supere los 80 dólares por barril.
  En un año marcado por la volatilidad del crudo Brent —que ha oscilado entre los 58 y 82 dólares por barril—, Exxon Mobil ha demostrado que su modelo integrado sigue siendo una fortaleza. A pesar de una caída interanual del 5.2% en ingresos y del 12.3% en beneficios netos durante el tercer trimestre de 2025, la compañía reportó 7,500 millones de dólares en ganancias y un flujo de caja operativo de 14,800 millones, cifras que consolidan su posición como líder energético global.
La clave está en la diversificación. Exxon ha logrado compensar la presión de precios con producción récord en Guyana y la Cuenca Pérmica, donde alcanzó los 4.77 millones de barriles equivalentes por día. Además, ha iniciado ocho de los diez proyectos estratégicos previstos para 2025, incluyendo desarrollos en Brasil y el Golfo de México, y ha intensificado su apuesta por tecnologías de captura de carbono e hidrógeno azul.
Su división de Low Carbon Solutions avanza con proyectos como el complejo de Baytown, Texas, que producirá mil millones de pies cúbicos diarios de hidrógeno y capturará hasta 10 millones de toneladas métricas de CO₂ al año. Esta estrategia no solo reduce la intensidad de carbono de sus operaciones, sino que posiciona a Exxon como un actor clave en la transición energética.
En el plano financiero, la empresa ha devuelto 9,400 millones de dólares a los accionistas en el trimestre, incluyendo 5,100 millones en recompras y un aumento del dividendo a 1.03 dólares por acción. Su ratio de deuda neta sobre capital se mantiene en un saludable 9.5%, lo que le otorga flexibilidad para enfrentar escenarios adversos.
Desde una perspectiva técnica, las acciones de Exxon cotizan en torno a 115 dólares, con soporte clave en 112.04 y resistencia en 126.31. El RSI se ubica en 52.4 puntos, indicando una condición neutral, mientras que los analistas proyectan un precio objetivo promedio de 127.06 dólares, con estimaciones que alcanzan hasta 156 dólares en escenarios alcistas.
El mercado observa con atención. Si el Brent supera los 80 dólares por barril en el invierno, Exxon podría capitalizar el repunte con márgenes más amplios y una recuperación sostenida. Pero incluso en un entorno de precios moderados, la compañía ha demostrado que su resiliencia operativa, disciplina de costos y visión tecnológica le permiten navegar con firmeza.
Exxon no solo espera el rebote. Lo está construyendo.
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