Pese a la caída en el precio de sus acciones, Chevron mantiene fundamentos sólidos y genera flujo de caja robusto. Inversionistas y analistas consideran que la petrolera estadounidense está subvaluada y que podría repuntar con fuerza en los próximos años.
En medio de la volatilidad que sacude a los mercados globales, Chevron ha sufrido una caída significativa en el valor de sus acciones. El desplome responde a un entorno marcado por temores de recesión, tensiones comerciales con nuevos aranceles y la expectativa de un aumento en la producción petrolera por parte de la OPEP.
A pesar del escenario adverso, diversos analistas financieros consideran que la empresa se encuentra en una posición privilegiada para recuperarse. Actualmente, Chevron cotiza con un descuento del 10 % respecto a su promedio histórico de precio/utilidad proyectado. Las proyecciones apuntan a un repunte sostenido a partir de 2025, con un crecimiento anual en ganancias de hasta 15 % en los próximos tres años.
Puntos clave del panorama actual:
Chevron ofrece un dividendo del 5 % y prevé generar cerca de 21 mil millones de dólares en flujo de caja libreeste año.
Con más de un millón de barriles diarios en la Cuenca Pérmica, mantiene operaciones estables incluso con el WTI en 64.31 dólares.
Su balance financiero es sólido y opera con bajo nivel de deuda.
Bill Smead, de Smead Capital Management, destacó que firmas como Chevron “no son simples productoras; refinan, distribuyen y comercializan”, lo que las convierte en acciones defensivas dentro del sector energético. Comparó su desempeño con el de los refugios seguros durante crisis bursátiles.
En ese mismo tono, Ben Cook, gestor de fondos en Hennessy, explicó que incluso con precios del crudo por debajo de los 50 dólares, Chevron puede sostener retornos sólidos. Según sus palabras, “es un lugar cómodo para mantenerse expuesto”.
Sin embargo, no todo es optimismo. La empresa aún enfrenta varios retos, entre ellos la adquisición de Hess —aún sujeta a condiciones vinculadas con Exxon Mobil y su participación en Guyana—, además de la incertidumbre política que afecta sus operaciones en Venezuela y el freno a ciertos proyectos verdes en EE. UU.
Pese a estos desafíos, analistas como John Gerdes mejoraron su calificación de la acción y elevaron el precio objetivo a 167 dólares, lo que representaría una recuperación del 22 %. En un escenario más optimista, se estima que podría incluso superar los 200 dólares.
La caída actual ha llevado a varios expertos a recordar que “en los peores momentos, se hacen las mejores compras”, como ocurrió en 2008 y 2020. En ese sentido, el castigo bursátil a Chevron podría ser —para algunos inversionistas— una oportunidad disfrazada.
Para seguir de cerca el comportamiento de Chevron, los movimientos en el sector energético global y sus implicaciones económicas, te invitamos a seguir las actualizaciones que estaremos publicando en AI Regula Solutions. La historia apenas comienza.
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