La nueva Comisión Nacional de Energía reemplaza a la CRE con una estructura más moderna, menos burocracia y mayor eficiencia en trámites.
Desde el 6 de junio de 2025, México vive una transformación regulatoria sin precedentes: la Comisión Reguladora de Energía (CRE) ha sido oficialmente sustituida por la Comisión Nacional de Energía (CNE), un nuevo órgano técnico sectorizado a la Secretaría de Energía (SENER), que centraliza funciones clave en materia de permisos, supervisión, tarifas y cumplimiento normativo.
Este cambio no es meramente administrativo. Representa una reconfiguración institucional que busca eliminar duplicidades, agilizar trámites, fortalecer la planeación energética y garantizar una regulación más eficiente, transparente y alineada con los objetivos estratégicos del Estado mexicano.
La CNE nace como respuesta a las crecientes críticas hacia la CRE por su lentitud, carga burocrática y falta de coordinación con otras dependencias. Bajo el nuevo modelo, la CNE asume todas las funciones de la CRE y de la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH), consolidando la regulación energética en un solo ente con independencia técnica y operativa, pero alineado a la política energética nacional.
Entre sus atribuciones destacan:
La CNE está dirigida por Juan Carlos Solís Ávila, doctor en Ingeniería en Energía por la UNAM, con más de 20 años de experiencia en políticas públicas de eficiencia energética, energías limpias y movilidad sustentable. Su perfil técnico y su trayectoria en proyectos emblemáticos, como la Central Fotovoltaica de la Central de Abasto en CDMX, lo posicionan como un líder con visión integral.
Además, la CNE cuenta con un Comité Técnico conformado por altos funcionarios de la SENER y tres jóvenes expertos en energía, derecho y medio ambiente, quienes aportan innovación y objetividad a las decisiones estratégicas del organismo.
Uno de los principales beneficios es la simplificación de trámites. La CNE ha implementado un sistema digital para la solicitud de permisos, con formatos únicos y procesos más ágiles. En su sexta sesión ordinaria, el organismo aprobó más de 300 permisos en lo que va del año, incluyendo autorizaciones para estaciones de servicio, centros de carga y cesiones de permisos. [CNE aceler...justar ...]
Este ritmo de trabajo refleja una reactivación regulatoria que busca atender rezagos heredados y establecer un control más estricto sobre las obligaciones comerciales y operativas del sector.
Aunque la transición aún está en curso, con reglamentos internos pendientes de publicación, el sector energético ya opera bajo la nueva arquitectura regulatoria. La CNE se perfila como un órgano clave para la soberanía energética, la transición hacia fuentes limpias y la eficiencia operativa del Estado.
Para desarrolladores, inversionistas y gestores de proyectos, entender el funcionamiento de la CNE es ahora indispensable. El nuevo marco exige cumplimiento técnico, fiscal y ambiental, pero también ofrece oportunidades para quienes se adapten con rapidez y visión estratégica.
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