La CNE frena nuevos permisos para estaciones de servicio mientras resuelve expedientes heredados de la CRE, en medio de un proceso judicial que redefine la regulación energética.
La Comisión Nacional de Energía (CNE) atraviesa una etapa crítica. A pesar de haber sido creada para agilizar trámites y ordenar el sector energético, especialmente en lo relativo a permisos para estaciones de gasolina y diésel, su avance ha sido limitado. A mitad de 2025, la CNE acumula retrasos en la publicación de sesiones y mantiene congeladas nuevas autorizaciones, mientras se enfrenta a la herencia judicial de la extinta Comisión Reguladora de Energía (CRE).
De acuerdo con el calendario oficial, la CNE debía haber celebrado al menos tres sesiones ordinarias entre junio y julio. Sin embargo, al 25 de julio solo se han publicado dos actas ordinarias y cinco extraordinarias. El balance es modesto: una sola autorización de expendio, 41 modificaciones de marca, cuatro cesiones de permisos y tres negativas. Para un sector que demanda dinamismo, la respuesta institucional ha sido lenta.
“La cantidad de resoluciones es baja si consideramos el dinamismo comercial que vive el país. Hay muchos empresarios listos para invertir, pero la tramitología no está respondiendo a ese ritmo”, señaló Luis Omar Guzmán Juárez, especialista en derecho energético.
El freno regulatorio tiene una raíz jurídica. Entre 2022 y 2024, la CRE acumuló decenas de juicios de amparo por omisiones en la entrega de permisos. En muchos casos, ignoró resoluciones judiciales, lo que derivó en mandatos directos de jueces y tribunales. Ahora, la CNE está obligada a resolver esos expedientes en orden cronológico, priorizando el cumplimiento legal por encima de la apertura a nuevos proyectos.
Este enfoque ha convertido a la CNE en un órgano de corrección institucional, más que de expansión regulatoria. La mayoría de los casos abordados en sus primeras sesiones no son solicitudes nuevas, sino trámites iniciados hace años que nunca fueron resueltos por la CRE.
La pregunta que ronda entre empresarios, abogados y operadores del sector es si este ritmo se mantendrá. Guzmán advierte que es pronto para esperar una apertura real. “Lo más probable es que durante los próximos meses veamos una respuesta continuada a los procesos contenciosos, más que una política activa de nuevos permisos. La CNE está respondiendo conforme a derecho, pero su capacidad operativa parece limitada”.
Ante este panorama, las empresas interesadas en participar del mercado energético deben ajustar sus expectativas. Iniciar un trámite ante la CNE requiere un diagnóstico legal integral, cumplimiento estricto de requisitos y una estrategia técnica bien definida. La diferencia entre una autorización rápida y un proceso judicial puede estar en los detalles.
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