Cómo preparar a Pemex, CFE y privados para la revisión T-MEC 2026: riesgos reales, oportunidades y un checklist operativo de cumplimiento y competitividad.
La revisión del T-MEC en 2026 no es un trámite; es el tablero donde Norteamérica redefinirá reglas de competencia, inversión y empresas del Estado en energía. Para México, el mensaje es claro: blindar certidumbre para proyectos y contratos —sin renunciar a objetivos públicos— y llegar a la mesa con hechos verificables: cumplimiento regulatorio, neutralidad competitiva y una ruta de transición eléctrica sustentada en datos.
Qué está realmente en juego.
El acuerdo prevé una revisión conjunta a los seis años con posibilidad de ajustes y extensión, y contempla obligaciones sobre trato a la inversión, empresas del Estado y monopolios designados y el reconocimiento de la propiedad de los hidrocarburos. Esa arquitectura permite a México mantener su marco constitucional, pero exige que CFE y Pemex operen con criterios comerciales y no discriminación cuando compiten con privados. El eje de la discusión no será ideológico: será operativo (cómo despacha la red, cómo se otorgan permisos, cómo compran y venden las EPE).
Riesgos y oportunidades (Pemex/CFE y privados).
Riesgo de fricciones comerciales si se perciben ventajas indebidas o barreras regulatorias; oportunidad de consolidar reglas de piso parejo y certidumbre de largo plazo para financiamiento.
Riesgo en arbitraje/inversión si no hay trazabilidad de actos administrativos; oportunidad de cerrar expedientes con criterios objetivos, cronogramas públicos y métricas de desempeño.
Riesgo eléctrico si se privilegian decisiones que eleven costos del sistema; oportunidad de usar planeación vinculante para integrar renovables + BESS y gas como respaldo, cuidando confiabilidad y precios finales.
Hoja de ruta ejecutiva (12 semanas).
Due diligence T-MEC (Semanas 1–3). Mapear procesos sensibles: permisos, despacho, compras públicas, interconexión, contenido nacional. Identificar puntos de contacto con obligaciones de empresas del Estado, competencia e inversión.
Políticas internas de neutralidad competitiva (Semanas 2–6). Manuales de compras y ventas con criterios verificables; bitácoras de decisión y trazabilidad digital.
Expedientes de cumplimiento (Semanas 4–8). Armar “Expediente T-MEC” por proyecto: resoluciones, tiempos de trámite, evidencias de no discriminación, métricas de servicio (SLA).
Cierre de brechas (Semanas 6–10). Ajustes operativos: reglas de despacho, contratos marco, lineamientos de acceso abierto y transparencia de congestión/red.
Mesa técnica y narrativa (Semanas 9–12). Documento de posición con KPIs y compromisos verificables (no promesas). Incluir plan de transición eléctrica por nodo, costos nivelados y seguridad de suministro.
Para quién y para qué.
Pemex/CFE: demostrar con datos que cumplen criterios de mercado cuando corresponda; priorizar proyectos con break-even bajo, integridad de red y contratación trazable.
Privados: ordenar contratos, permisos y reportes ambientales/sociales; sensibilizar CAPEX a diferentes escenarios de revisión; alinear PPAs y logística de combustibles a la nueva disciplina.
Estados y municipios: agilizar suelo, derechos de vía e impacto social; “fast-track” con ventanillas técnicas y tableros públicos de tiempos.
La revisión 2026 puede ser un choque… o una oportunidad de legitimación. Llegar con gobernanza, métricas y cumplimiento demostrable es la diferencia entre negociar desde la defensiva o desde la confianza regulatoria. En AI Regula Solutions lo decimos claro: decidir con datos, no con eslóganes.
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