
Grupo Carso financiará y perforará hasta 32 pozos en Ixachi por 1,991 mdd; Pemex pagará desde enero de 2027 con la producción, para elevar aceite y gas.
El magnate mexicano refuerza su presencia en el sector energético con un contrato histórico que busca detonar la producción de uno de los campos más prometedores del país, en medio de la crisis financiera de Pemex.
Carlos Slim, el hombre más rico de México, ha decidido redoblar su apuesta por el petróleo nacional. A través de Grupo Carso, firmó un contrato con Petróleos Mexicanos (Pemex) por hasta 1,991 millones de dólares para perforar y terminar 32 pozos en el campo Ixachi, ubicado en Veracruz. El acuerdo, que se ejecutará en tres años, representa uno de los compromisos privados más ambiciosos en la historia reciente de la petrolera estatal.
El contrato establece que Pemex no desembolsará recursos de inmediato. Los pagos comenzarán en enero de 2027, cuando se espera que al menos 12 pozos estén en producción. A partir de entonces, la petrolera cubrirá el costo en 21 mensualidades por cada pozo entregado, con recursos provenientes de la venta de hidrocarburos extraídos del propio campo. Este modelo, conocido como “servicios desarrollados y financiados”, permite a Pemex diferir el gasto y vincularlo al éxito operativo.
Descubierto en 2017, Ixachi es considerado el mayor hallazgo terrestre en 15 años. Actualmente produce 93,000 barriles de aceite y 715 millones de pies cúbicos de gas por día, equivalentes a 236,000 barriles diarios de petróleo equivalente. Con reservas que superan los 1,800 millones de barriles, el campo es pieza clave para alcanzar la meta gubernamental de 1.8 millones de barriles diarios hacia 2030.
La incursión de Slim en Ixachi no es aislada. El empresario ya participa en proyectos como Lakach y mantiene intereses en el campo marino Zama. Su presencia se consolida en un momento en que Pemex, con una deuda superior a 98,000 millones de dólares, recurre a contratos mixtos para atraer capital privado sin ceder la propiedad de los hidrocarburos. El Plan Estratégico 2025-2035 del gobierno prevé que estas alianzas aporten hasta 450,000 barriles diarios adicionales en la próxima década.
Más allá de los números, el acuerdo simboliza un voto de confianza en la viabilidad de Pemex y en la política energética de la actual administración. Para Slim, representa la oportunidad de capitalizar su experiencia en perforación terrestre y marina, mientras que para Pemex es un salvavidas que podría marcar la diferencia entre la recuperación y el estancamiento.
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