Del Bajío a aguas someras: Slim suma geotermia en Celaya, mayor peso en Zama y participación en Lakach. Qué implica su mapa energético para Pemex, CFE y la nueva ola de contratos mixtos.
En Celaya le llaman Zona 14: un polígono donde la tierra exhala calor a miles de metros y donde Grupo Carso acaba de asegurarse 30 años para explotar geotermia. En el Golfo, el apellido Slim aparece en presentaciones de Zama, la joya petrolera de esta década, y en el expediente Lakach, el gas profundo más ambicioso del país. Si se trazan esas líneas en el mapa, el resultado es un ecosistema integrado: upstream, midstream y generación eléctrica, con la tesorería y el músculo de un conglomerado que rara vez entra sin ver salida.
Electricidad firme en tierra adentro. La geotermia de Zona 14 (Celaya, Gto.) agrega un vector 24/7 que no depende del viento ni del sol, y que ancla carga para parques industriales del Bajío.
Petróleo competitivo en aguas someras. En Zama, Carso elevó su peso indirecto al tomar control mayoritario de Talos Mexico, la filial con 17.4% del campo; objetivo: aportar capital y velocidad operativa.
Gas estratégico para CFE e industria. En Lakach, Carso participa como proveedor y desarrollador del esquema de servicios para sacar adelante el gas profundo, pieza clave para desplazar combustóleo y reducir dependencia de importaciones.
Tubos y electrones. En paralelo, Carso mantiene acuerdos con CFE para infraestructura de transporte de gas en el noroeste, y opera hidroeléctricas en Panamá, caja que diversifica flujo y know-how eléctrico.
México busca nueva capacidad eléctrica y recuperar producción de hidrocarburos con contratos que habiliten capital privado sin ceder propiedad del recurso. Ese carril —más pragmático que ideológico— favorece a quien pueda cerrar proyectos grandes, absorber curvas de aprendizaje y financiar con balance sólido. Ahí Slim tiene una ventaja estructural: banca de grupo, integradores de ingeniería, contratistas y un largo historial de ejecución en logística, construcción y servicios.
Zama (aceite). Proyecto ancla en aguas someras con potencial de producción de seis cifras por día una vez que la plataforma y el sistema de evacuación estén en sitio. El rol reforzado de Carso en la filial mexicana que detenta el 17.4% lo coloca en la mesa donde se toman decisiones de gasto y cronograma.
Lakach (gas). Campo aguas profundas destinado a gas seco para generación e industria. Plan de negocios con servicios integrados y estación de tratamiento onshore. Su viabilidad requiere disciplina en capex, contratos de evacuación y precio meta del gas.
Ixachi (gas onshore). La carta de reposición masiva de molécula en tierra; viable bajo contratos mixtos con regla clara de inversión-por-m3. La cercanía operativa de empresas de Slim en Veracruz le da ángulos de sinergia.
La apuesta geotérmica no es un gesto “verde”, es costo nivelado + constancia. Con pozos 1,000–3,500 m, plantas flash/binario modulares y reinyección para sostener el yacimiento, la geotermia estabiliza tarifas para procesos industriales: estampado, inyección, data centers medianos. En un corredor con déficit de transmisión y demanda creciente, cada MW firme vale más que su cifra.
Riesgo de ejecución menor. Proyectos que cruzan FID con financiamiento, offtakers y EPC cerrados tienden a llegar a tiempo.
Menos subsidios encubiertos. Si Lakach entrega a costo objetivo y la geotermia desplaza picos, CFE y Pemex respiran.
Señal de inversión. Que un conglomerado “money-good” ponga capital suele atraer segundas capas: proveedores, aseguradoras, banca.
Regulación y permisos. El andamiaje nuevo (contratos mixtos, reglas de interconexión, estímulos) debe aterrizar sin ambigüedades.
Cuellos de red. Zonas con transmisión saturada pueden estrangular proyectos eléctricos si no se refuerzan a tiempo.
Riesgo precio. Zama y Lakach conviven con volatilidad de crudo y gas; coberturas y contratos de evacuación serán prueba de madurez.
Licencia social. Geotermia y gasoductos requieren comunidad a bordo: planes de manejo de agua, huella y empleo local.
Slim no está “diversificando” al azar: está integrando. Molécula (Zama/Lakach/Ixachi), transporte (gasoductos), electrones (geotermia/hidráulica) y servicios (plataformas, construcción) crean opciones reales ante escenarios cruzados: precio alto del gas, red saturada, ventanas de exportación o exigencias de contenido nacional. Es una cartera anticíclica que conversa con las metas de generación nueva a 2030 y con la economía política de Pemex y CFE.
Adjudicaciones y cierres de contratos mixtos de Pemex (participaciones, regalías, arbitraje aplicable).
Hitos de Zama: ingeniería de detalle, órdenes de plataforma y cronograma de primera producción.
Lakach: actualización de costos, plan de tratamiento onshore y fecha objetivo de primer gas.
Zona 14: avance de permisos ambientales, campaña de perforación y opción de ampliaciones modulares.
Gasoducto CFE–Carso (noroeste): FID, ruta y ventanas de entrada en operación.
¿Qué proyectos energéticos tiene hoy Carlos Slim en México?
Geotermia en Zona 14 (Celaya), participación indirecta en Zama a través de Talos Mexico y servicios/ejecución en Lakach; además, acuerdos de transporte de gas con CFE.
¿Por qué la geotermia en Celaya es relevante?
Aporta potencia firme 24/7 para el corredor industrial del Bajío y reduce exposición a volatilidad de combustibles.
¿Cómo participa en Zama?
Controla 80% de Talos Mexico, la filial que posee 17.4% del campo; con ello influye en decisiones de inversión y calendario.
¿Qué falta para que Lakach sea realidad?
Cuadrar economía del proyecto, terminar infraestructura de tratamiento y asegurar contratos de evacuación a costo competitivo.
¿Qué papel juegan los contratos mixtos de Pemex?
Permiten capital privado y disciplina operativa sin ceder propiedad del recurso; son el canal para acelerar Ixachi y otros campos.
Todos los campos son obligatorios *