
Desde Poza Rica, la presidenta anunció el relanzamiento del polo petroquímico veracruzano con Escolín como ancla: una planta de urea para abastecer al campo y reducir importaciones, en sintonía con el plan 2025–2035 de Pemex.
La gira presidencial por Veracruz dejó una señal inequívoca: la petroquímica vuelve al centro de la agenda industrial. Desde Poza Rica, Claudia Sheinbaum confirmó la reactivación del complejo Escolín para producir fertilizantes y el impulso a la cadena petroquímica de Pemex en la entidad. La apuesta: producir urea en casa, abaratar la logística para el agro y sumar capacidad a un clúster que también integra Cangrejera, Morelos y Cosoleacaque.
Sheinbaum adelantó que el proyecto Escolín —en la zona Poza Rica-Coatzintla— se orienta a urea granulada para el campo mexicano. De acuerdo con los expedientes técnicos y el plan de trabajo de Pemex, la planta tiene capacidad nominal de 2,125 toneladas por día, equivalente a ~750 mil toneladas anuales en régimen comercial, suficiente para reducir la dependencia de importaciones y alimentar el programa Fertilizantes para el Bienestar. El gas natural será la materia prima y combustible del proceso.
En paralelo, el Plan Estratégico 2025–2035 de Pemex prevé modernizar instalaciones en Cangrejera y Morelos (cadena etano-etileno-polietilenos) y fortalecer Cosoleacaque (amoniaco), para agregar valor al crudo y estabilizar la oferta de insumos químicos desde Veracruz.
El paquete de ingeniería-construcción-financiamiento-operación fue asignado a Mota-Engil, con un plazo de 33 meses. La inversión referencial asciende a US$1,553 millones. El calendario inmediato considera permisos ambientales, compras de equipos de largo suministro (reformador, compresores, síntesis de urea), obras civiles y conexión a gasoductos y servicios auxiliares.
Menos importaciones, más certidumbre: México ha cubierto buena parte de su demanda de urea con compras del exterior; con Escolín en operación, crece la producción doméstica y baja la exposición a choques de precio y flete.
Eslabón industrial: La urea se integra a cadenas agrícolas y químicas (soluciones nitrogenadas, resinas, melaminas), detonando proveeduría local y mantenimiento especializado.
Polo petroquímico: El relanzamiento de Veracruz como hub descansa en tres frentes: fertilizantes (Escolín), derivados del etileno (Cangrejera/Morelos) y amoniaco-logística (Cosoleacaque).
Con mayor oferta nacional, los ciclos agrícolas podrían acceder a volúmenes más estables y precios menos volátiles frente a picos internacionales. La logística desde Veracruz acorta rutas hacia Bajío, Golfo y sureste, con menores tiempos y mejor planeación de entrega para pequeños y medianos productores.
Permisos y socialización: resolución ambiental y ventanilla única con autoridad estatal/municipal; plan de tráfico y seguridad en Poza Rica-Coatzintla.
Compras críticas: orden de reformador, convertidores de síntesis, turbomaquinaria y granulación; contratos de servicios auxiliares (agua, vapor, electricidad).
Conexiones y pruebas: amarre a gasoducto, tanques, flare y utilidades; protocolo de comisionamiento por sistemas.
Mercado y logística: convenios con Sader y Gobiernos estatales para surtir Fertilizantes para el Bienestar y definir almacenamiento regional.
Cadena local: padrón de proveedores veracruzanos, capacitación y estándares de seguridad para obra y operación.
Todos los campos son obligatorios *