Durante la Conferencia del Pueblo, Pemex anunció una ambiciosa reconfiguración industrial en Veracruz, con nuevas plantas de urea, gasoductos estratégicos y cogeneración energética para transformar el modelo petroquímico nacional.
Durante la Conferencia del Pueblo, encabezada por la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, el director general de Petróleos Mexicanos (Pemex), Víctor Rodríguez Padilla, presentó uno de los planes más ambiciosos de reindustrialización energética en décadas: la reconstrucción del sistema nacional de petroquímicas y la expansión de infraestructura gasífera en el sur del país.
Desde Veracruz, epicentro del nuevo impulso petroquímico, Rodríguez Padilla detalló que se están rehabilitando y modernizando los complejos de Cosoleacaque, Morelos, Cangrejera, Independencia y Escolín. El objetivo: migrar de refinerías tradicionales a refinerías petroquímicas capaces de producir fertilizantes, plásticos y derivados con mayor valor agregado.
Uno de los proyectos estrella es la construcción de una planta de urea en Escolín, con participación del sector privado. Esta instalación tendrá capacidad para producir 750 mil toneladas anuales, destinadas principalmente a programas de fertilizantes gratuitos para campesinos. “Esto nos permitirá apoyar directamente al campo mexicano, sin intermediarios ni importaciones”, afirmó el titular de Pemex.
En paralelo, se están desarrollando tres nuevos gasoductos que conectarán los llamados Polos del Bienestar, incluyendo el Coatzacoalcos II y el tramo hacia Salina Cruz. Este último será clave para la gasificación del Pacífico Sur, con impacto directo en Oaxaca y Chiapas. “Vamos a construir sistemas de cogeneración que nos permitan producir electricidad y calor de forma simultánea, eficiente y limpia”, explicó Rodríguez Padilla.
El plan también contempla cuatro plantas de cogeneración en Tula, Salina Cruz, Cangrejera y el complejo de gas de Nuevo Pemex, como parte del Informe para la Producción y Saneamiento Financiero de la Empresa Pública 2025–2035. Con estas acciones, Pemex busca no solo sanear sus finanzas, sino reposicionarse como motor industrial del país.
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