Pemex adeuda 2,000 mdd a ICA; retiro de grúas paraliza la coquizadora de Salina Cruz, afecta empleo y economía regional.
La construcción de la planta coquizadora en la refinería “Antonio Dovalí Jaime” de Salina Cruz se encuentra prácticamente paralizada. La empresa Ingenieros Civiles Asociados (ICA) inició el retiro de grúas y maquinaria pesada tras meses de impagos por parte de Petróleos Mexicanos (Pemex). El adeudo asciende a 2,000 millones de dólares, lo que ha provocado el despido de 4,000 trabajadores y amenaza con agravar la crisis económica en el Istmo de Tehuantepec.
La planta coquizadora, con una inversión anunciada de 60,000 millones de pesos, debía entrar en operación en el primer semestre de 2024. Su objetivo era incrementar en 70,000 barriles diarios la producción de gasolina, reducir combustóleo y mejorar los márgenes del Sistema Nacional de Refinación. El retraso no solo compromete la autosuficiencia energética, sino que también encarece la operación de Pemex y prolonga la dependencia de combustibles importados.
El conflicto no se limita a ICA. Proveedores locales y subcontratistas acumulan adeudos por más de 50 millones de pesos, lo que ha generado morosidad en cadenas de suministro y despidos masivos. Líderes sindicales advierten que la falta de liquidez está “asfixiando” a pequeñas empresas que dependen de la obra, mientras que la economía regional enfrenta un colapso en cascada: caída del consumo, cierre de negocios y aumento del desempleo.
Contratistas, sindicatos y proveedores anunciaron que viajarán a Ciudad de México para exigir un calendario de pagos que permita reactivar la obra. Sin un mecanismo verificable y fechas claras, ICA podría retirar definitivamente el equipo, alargando el cronograma y encareciendo la reactivación. El caso Salina Cruz se perfila como un termómetro de la capacidad del gobierno para sostener proyectos energéticos estratégicos sin comprometer la estabilidad económica regional.
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