Las pérdidas por robo de combustibles superan los 24 mil millones de dólares, monto que pudo saldar la deuda de Pemex con proveedores, denuncian expertos.
Las pérdidas acumuladas por el robo de combustibles en México durante el sexenio anterior ascienden a 24 mil 850 millones de dólares, una cifra que, según especialistas, hubiera bastado para saldar la deuda de Pemex con sus proveedores o financiar la refinería de Dos Bocas.
El cálculo fue presentado por Francisco Barnés de Castro, presidente del Observatorio Ciudadano de Energía, quien detalló que Pemex perdió directamente 17 mil 300 millones de dólares, mientras que el gobierno federal dejó de recaudar 7 mil 550 millones en impuestos por concepto de IEPS e IVA.
Durante un webinar organizado por el ITAM, Barnés subrayó que el robo de petróleo crudo alcanzó los 109 mil barriles diarios en 2024, lo que representa el 6% de la producción total de Pemex. A esto se suma el huachicol fiscal, es decir, la importación ilegal de combustibles, y el robo de gas LP, que representa el 11% de la producción nacional.
La situación ha generado una crisis financiera para miles de proveedores, especialmente en estados como Tabasco, Veracruz, Tamaulipas y Campeche, donde la deuda de Pemex supera los 400 mil millones de pesos, según la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex).
Aunque la presidenta Claudia Sheinbaum prometió en su visita a Ciudad del Carmen que los pagos se regularizarían a partir de julio, la incertidumbre persiste. La Asociación Mexicana de Empresas de Servicios Petroleros (AMESPAC) advirtió que muchas compañías están al borde de la quiebra por la falta de flujo de efectivo.
“Estamos viendo una parálisis operativa en el sector de servicios petroleros. Las empresas no pueden pagar nóminas, créditos ni impuestos. Algunas ya cerraron”, denunció Rafael Espino de la Peña, presidente de AMESPAC.
Además, Eustacio Pérez, representante del Frente de Contratistas de Pemex, señaló que los pagos son intermitentes y parciales, y que en estados como Tabasco el 12% del empleo se ha perdido por esta situación.
La directora de análisis de S&P Global, Alejandra León, advirtió que la infraestructura de Pemex es poco confiable y que hay indicios de colusión interna en el robo de hidrocarburos. “No se puede explicar este nivel de pérdidas sin participación desde dentro”, afirmó.
El panorama actual refleja una doble crisis: por un lado, el robo sistemático de combustibles que drena recursos públicos, y por otro, una deuda creciente que pone en jaque a cientos de empresas mexicanas. La solución, coinciden los expertos, pasa por transparencia, auditorías independientes y una reestructuración profunda de la gestión financiera de Pemex.
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