El nuevo plan estratégico de Pemex 2025–2035 apuesta por recursos no convencionales en formaciones como Pimienta y Eagle Ford, pero expertos advierten que los contratos mixtos enfrentan dudas sobre inversión y transparencia.
Petróleos Mexicanos (Pemex) prepara un viraje en su estrategia de exploración y producción al abrir la puerta a contratos mixtos para el desarrollo de recursos no convencionales, principalmente en las formaciones Pimienta y Eagle Ford, consideradas por analistas como las más viables por su geología y potencial en gas y aceite.
De acuerdo con la consultora Wood Mackenzie, el Plan Estratégico 2025–2035 de la petrolera busca atraer inversión internacional y capital técnico bajo un modelo de asociación donde Pemex retenga al menos el 40% de participación. Sin embargo, hasta ahora, los 21 proyectos anunciados bajo este esquema permanecen en papel, sin licitaciones competitivas que garanticen transparencia en el proceso.
El reto es mayúsculo: Pemex pretende duplicar su producción de gas natural en apenas tres años, una meta que especialistas califican como ambiciosa y que requerirá no solo capital, sino también infraestructura de redes de suministro y la participación de operadores con experiencia en shale gas.
El gobierno federal creó un fideicomiso de 13 mil millones de dólares para financiar parte de los proyectos en 2025. No obstante, el lastre de la deuda con contratistas —que supera los 22 mil millones de dólares— amenaza con reducir el margen real de inversión.
Mientras tanto, la viabilidad comercial de los yacimientos de baja permeabilidad sigue en fase piloto, lo que plantea dudas sobre si Pemex podrá cumplir los objetivos que ha puesto sobre la mesa. Para los inversionistas, la ecuación es clara: sin reglas claras, licitaciones abiertas y estabilidad en el modelo fiscal, la apuesta por los recursos no convencionales podría quedarse en una promesa más.
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