Pemex apuesta por contratos mixtos para 2033

Pemex proyecta que los nuevos contratos mixtos con privados aporten hasta 25% de la producción nacional de hidrocarburos líquidos en 2033. La clave: elegir socios con experiencia y solidez financiera.

Pemex apuesta por contratos mixtos para 2033

En un intento por frenar la caída de su producción y estabilizar su plataforma en los próximos años, Pemex ha puesto sobre la mesa una de sus apuestas más ambiciosas: los contratos mixtos. Según el Plan Estratégico 2025–2035, estos esquemas podrían aportar hasta 450 mil barriles diarios de hidrocarburos líquidos en 2033, es decir, una cuarta parte de la producción nacional proyectada.

La cifra no es menor. A partir de 2027, Pemex estima una producción nacional de 1.8 millones de barriles diarios, que incluirá su propia extracción, la de socios en contratos anteriores, la de terceros y la de estos nuevos esquemas. “Esta participación es clave para compensar la declinación de campos maduros y asegurar el abastecimiento energético del país”, señala el documento.

Socios sí, pero con lupa

Pero no todo es entusiasmo. Víctor Hugo Juárez Cuevas, CEO de De Edge Innovation, advierte que el éxito de estos contratos dependerá de la calidad de los socios. “El riesgo es que se invite a empresas sin experiencia, sin medios técnicos ni respaldo financiero. Eso puede derivar en accidentes, incumplimientos o incluso revocaciones”, explicó en entrevista con El Economista.

El nuevo modelo establece que los participantes deberán ser sociedades mercantiles mexicanas, y que las asignaciones serán realizadas por la Secretaría de Energía, bajo criterios definidos por Pemex. Aunque esto abre la puerta a nuevas empresas, también genera inquietud sobre la posibilidad de asignaciones directas sin licitación abierta.

En el sector, hay voces que piden transparencia y rigor técnico. “No se trata solo de repartir contratos, sino de garantizar que quien los reciba pueda cumplir con estándares de seguridad, eficiencia y sostenibilidad”, comentó un exfuncionario de la CNH.


Pemex se juega mucho en esta estrategia. Si los contratos mixtos se implementan con visión técnica y reglas claras, podrían convertirse en un motor de recuperación. Pero si se politizan o se improvisan, el riesgo es repetir errores del pasado. La producción, la seguridad y la confianza están en juego.

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