Pemex contrata líneas de crédito por más de 5,300 mdd para pagar proveedores, en medio de presión financiera y retos de liquidez.
Petróleos Mexicanos superó el límite de aportaciones de capital recibidas del gobierno federal y contrató líneas de crédito por más de 5,300 millones de dólares para cubrir pagos pendientes a proveedores. La decisión busca despresurizar la cadena de suministro y garantizar la continuidad de operaciones en un contexto marcado por restricciones presupuestales y compromisos crecientes.
La petrolera inició con una línea de crédito por 2,500 millones de dólares, que posteriormente se amplió mediante convenios modificatorios. De este monto, 2,201 millones se destinaron a liquidar adeudos con 20 proveedores estratégicos y 600 millones a fines corporativos. Aunque la operación se realizó conforme a la Ley Federal de Deuda Pública, el reto persiste: equilibrar liquidez inmediata con sostenibilidad financiera a largo plazo.
El uso de deuda para cubrir obligaciones comerciales refleja la tensión entre la necesidad de mantener producción y la presión sobre las finanzas públicas. Expertos advierten que, sin un plan integral para reducir costos y mejorar eficiencia, estas medidas podrían incrementar el riesgo crediticio y limitar la capacidad de inversión en proyectos estratégicos.
Pemex asegura que la estrategia forma parte de mecanismos para estabilizar pagos y recuperar confianza entre proveedores. Sin embargo, el desafío es claro: garantizar certidumbre en la relación comercial y evitar que la dependencia de financiamiento se convierta en una práctica recurrente que comprometa la competitividad y la soberanía energética del país.
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