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NOM-019: métodos de medición que sí pasan dictamen

El 2 de septiembre de 2025, el DOF publicó la NOM-019-ASEA-2024. Esta guía explica, con enfoque operativo, cómo usar métodos tipo US EPA (6C, 7E, 10, 21, 25A, 25B), qué pedir a proveedores, cómo asegurar trazabilidad y cómo presentar resultados que el evaluador acepte.

NOM-019: métodos de medición que sí pasan dictamen

El 2 de septiembre de 2025, se publicó en el DOF la NOM-019-ASEA-2024. A partir de su entrada en vigor, tus números ya no compiten por parecer convincentes: deben ser trazables y repetibles. La norma llama a métodos reconocidos (familia tipo US EPA) y a técnicas analíticas equivalentes; el mensaje práctico es inequívoco: mide con estándar, documenta con rigor y entrega con contexto.

Qué mide cada método y dónde encaja en tu operación

No es lo mismo cuantificar SO₂ que verificar fugas o medir CO en gases de combustión. Aterrizado a planta, estos métodos cubren tres frentes: emisiones canalizadas, combustión/antorcha y fuentes fugitivas. Cuando los asignas por uso —y no por costumbre— el balance de azufre se vuelve defendible y el dictamen, predecible.

  • 6C (SO₂ por NDIR/UV equivalente): la columna vertebral del control de azufre en gases de proceso o chimeneas de SRU/clauss-tail. Úsalo cuando tu hipótesis regulatoria es “lo que sale como SO₂ condiciona mi SQP”.

  • 7E (NOx por quimioluminiscencia): no calcula azufre, pero es crítico para caracterizar combustión y eficiencia en quemadores auxiliares asociados al tren. Si quemas cola de SRU, 7E ayuda a explicar condiciones de combustión.

  • 10 (CO por absorción infrarroja): indicador de combustión incompleta. Sirve para demostrar ajuste de quemadores y para contextualizar variaciones en el flare.

  • 21 (fugas por LDAR, método de detección portátil): indispensable para fuentes fugitivas. Si tu programa LDAR es débil, tu balance se verá “artificialmente” limpio hasta que el inspector pase la sonda.

  • 25A/25B (TVOC por FID/NDIR): cuando debes estimar compuestos orgánicos totales en corrientes donde la mezcla no está completamente caracterizada. En plantas de gas, complementa campañas LDAR y monitoreo perimetral.

La selección no es excluyente. En operación real se combinan para explicar por qué un mes tuvo más o menos emisiones, y para blindar la narrativa del SQP.

Exactitud, incertidumbre y el contrato que te protege

Muchos incumplimientos nacen antes de medir: en el servicio mal contratado. Un contrato inteligente exige método, rango, incertidumbre expandida, trazabilidad de patrones, procedimiento de muestreo, condiciones de referencia (base seca/húmeda, T, P), criterios de aceptación y formato de entrega (datos crudos + procesados). Si compras “campaña de medición” y no capacidad metrológica, ya perdiste.

Cuando tus propios equipos medirán en continuo, documenta curvas de calibración, gas patrón, frecuencia de verificación y diagnósticos; todo con sellos de fecha y responsables. La NOM no se “convence”, se acredita.

Muestreo: el paso que separa ciencia de casualidad

Un buen método con un mal punto de muestreo ofrece resultados impecables… de algo que no representa la corriente. Ubica isocinetismo cuando aplique, evita remansos, respeta la distancia mínima aguas abajo/arriba de perturbaciones y anota temperatura, humedad y presión. Si hay ciclones, calentadores o trampas de condensado, descríbelos en el croquis. Esa lámina simple ahorra discusiones más que cualquier manual.

QA/QC que sí mira el evaluador

La calidad no se declara, se demuestra. Antes de salir a campo: verificación cero/span, revisión de mangueras y filtros, y certificados vigentes. En campo: duplicados, blancos y una bitácora minuto a minuto cuando haya eventos (arranque, cambio de carga, paro de SRU). Al cerrar: comparación con criterios de aceptación y cálculo de incertidumbre combinada cuando la técnica lo requiera. Si hay valores descartados, explica por qué; si hay outliers, muéstralos y justifica. El dictamen valora la honestidad metrológica.

Cómo empatarlas con el balance de azufre

El método correcto sin enlace a ST, SRP y SQP es un número suelto. Integra las mediciones a tu línea de tiempo: alimentación (composición y caudal), recuperación (eficiencia y disponibilidad) y liberaciones. Cuando día a día sumas SO₂ (6C) con datos de cola y operación de antorcha, tu % diario deja de ser un artefacto y se vuelve consecuencia. En el mensual, conserva solo días válidos y documenta exclusiones con evidencia. La congruencia mata el litigio.

Presentación de resultados: forma es fondo

Al evaluador le facilita la vida —y te la mejora— un entregable único por campaña o mes, con tres capas:

  1. Resumen ejecutivo: qué, dónde, cuándo, con qué método, incertidumbre y si se cumplieron criterios de aceptación.

  2. Datos procesados: ya en masa/concentración, con condiciones de referencia, conversiones y promedios diarios.

  3. Datos crudos: archivos del instrumento, bitácoras, certificados y croquis de muestreo.

Adjunta fotografías de instalación de la sonda, cilindros patrón, pantallas de lectura y placa del equipo. Evidencia visual bien fechada vale oro cuando alguien cuestione tu serie.

Antorcha: por qué te regresa al examen si la olvidas

La antorcha es un actor impredecible si no la describes. Explica si el flare funciona con piloto permanente, cómo verificas encendido, qué tanto sell-gas mantienes y qué haces en venteo frío. El par 10 (CO) + 6C (SO₂) ayuda a entender combustión; sumado a tasa de gas enviado, cuenta una historia que el dictamen puede seguir sin imaginación.

Fugas: el programa LDAR que separa al que cumple del que improvisa

El método 21 no es una caminata con detector. Define unidades componentes (válvulas, empaques, bridas), frecuencia, umbral, reparación y re-screening. Integra mapas por área de proceso y etiqueta en campo. Si tu LDAR existe solo en Excel, la inspección lo detecta a tres metros. Cuando el LDAR respira, tu balance respira.

Errores que se repiten

El clásico: mezclar bases seca/húmeda entre días o equipos y “compensarlo” al final. Igual de frecuente: certificados vencidos, span hecho una sola vez en toda la campaña, o cromatografía con factores de respuesta de otro mes. También se ve muestreo en puntos no representativos y exclusiones sin evidencia operativa. Cada uno convierte un mes de trabajo en un mes de explicaciones.

Una tabla que ayuda a elegir sin dudar

Cuando haya prisa, usa esta guía rápida para decidir “qué medir con qué”, y luego documenta el porqué en tu bitácora técnica.

Situación operativa Objetivo de medición Método sugerido Entregable clave
Gases de cola de SRU / chimenea SO₂ y contexto de combustión 6C + 10/7E Serie diaria con T, P, base seca y criterios de aceptación
Antorcha en variación Combustión y emisiones instantáneas 10 + 6C Minuto a minuto durante evento + fotos de piloto
Fugas en rack/patio Detección y cuantificación 21 + 25A/25B (si aplica TVOC) Mapa LDAR, órdenes de reparación y re-screening
Balance mensual Coherencia ST-SRP-SQP Cromatografía + caudal + 6C Promedio mensual con exclusiones demostradas

No sustituye tus POE; sirve para arrancar bien cuando el reloj corre.


Medir con método no es “cumplir por cumplir”: es operar con evidencia. Cuando las campañas traen trazabilidad, cuando la antorcha está contada y cuando el LDAR tiene pulso, la NOM-019 deja de ser un muro y se vuelve un estándar de calidad interna. Si quieres acelerar, en IA Regulatoria dejamos un paquete de formatos (POE de muestreo, checklist de QA/QC, hojas de cálculo con conversiones bloqueadas y plantilla de informe con datos crudos adjuntos). Únete y publícalo con tu propia evidencia: es la forma más sencilla de ganar autoridad… dentro y fuera de tu planta.

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