El almacenamiento con baterías está revolucionando la energía en Latinoamérica, y México ya está en la jugada. Te contamos cómo la nueva regulación y la tecnología están impulsando proyectos clave.
México está dejando atrás la incertidumbre regulatoria y se está sumando al auge del almacenamiento energético con baterías, un mercado que en Latinoamérica ya mueve miles de millones de dólares. Según Francisco Alcalde, ejecutivo de Sungrow (uno de los líderes mundiales en soluciones de almacenamiento), el país está entrando en una fase de madurez, con proyectos concretos y mayor claridad legal.
Hace unos años, el almacenamiento en México era visto como un "plus" lejano para las energías renovables. Hoy, la cosa cambió:
Actualización en leyes secundarias: Después de años sin movimientos relevantes, el gobierno ha ajustado el marco regulatorio, dando más seguridad a los inversionistas.
Costo de baterías en caída: La tecnología es más accesible que hace cinco años, y empresas como Sungrow ya tienen más de 7 GWh instalados en Latinoamérica (Chile lidera, pero México viene pisando fuerte).
Necesidad de estabilidad en la red: Con más energía solar y eólica intermitente, las baterías ayudan a evitar apagones y mejorar la eficiencia.
"Antes había escepticismo. Hoy vemos proyectos con nombres y apellidos", aseguró Alcalde en el Future Energy Summit (FES México).
No se trata solo de instalar baterías gigantes. Hay dos formas clave de integrarlas:
Acople DC: Conectado directamente a paneles solares, reduce costos operativos (OPEX) y aprovecha mejor la energía. Ideal para dueños de plantas que quieren maximizar ganancias.
Acople AC: Mejor para estabilizar la red eléctrica general (grid forming). Requiere más infraestructura, pero es clave para grandes proyectos.
Sungrow, por ejemplo, ya está implementando su nuevo Power Titan 2.0 en la región, con contratos firmados en México.
Alcalde fue claro: "No basta con tener la tecnología correcta. Hay que hacer números fríos".
Un business case sólido debe considerar regulaciones, tarifas y mantenimiento.
La trazabilidad y soporte posventa son esenciales para evitar fracasos.
Más proyectos híbridos: Plantas solares o eólicas que incluyan baterías desde el diseño inicial.
Colaboración con EU: Interconexión de redes y estándares binacionales.
Oportunidad para privados: Empresas que generan su propia energía podrán almacenarla y vender excedentes.
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