México impondrá a todos los parques solares y eólicos un respaldo de baterías equivalente al 30 % de su potencia por tres horas. ErgoSolar lanza soluciones llave en mano, sin capex inicial, para que las empresas cumplan y ganen resiliencia.
Bajo el cielo cambiante de México, el brillo de los paneles fotovoltaicos y el giro de los aerogeneradores ya no bastarán para conectar cada hogar con luz constante. Una nueva regulación de la Comisión Nacional de Energía obligará a las plantas solares y eólicas a instalar baterías capaces de almacenar 30 % de su potencia durante al menos tres horas. La meta: convertir la generación limpia en energía firme y evitar que la red tiemble cada vez que una nube cubre el sol o se detiene el viento.
La norma aterriza en un momento crítico. El país avanza hacia una matriz renovable del 54 % para 2030, pero la intermitencia amenaza la estabilidad. Con los cambios, cualquier parque renovable deberá entregar un “seguro de continuidad” en forma de almacenamiento, y a las industrias de alto consumo se les exige repensar su propio mix energético para no quedar a merced de apagones o cargos por desequilibrios.
La obligación de respaldo redefine la ecuación financiera de los desarrolladores: a los costos de paneles y turbinas se suma ahora el capex de baterías de litio o tecnologías equivalentes, además de sistemas de control que coordinen la entrega fluida de megavatios. Para los proyectos ya operativos, el reto es mayor: adaptar o reconectar sin comprometer contratos de venta de energía vigentes.
Consciente de las barreras, ErgoSolar irrumpe con ErgoStorage, un contenedor modular de baterías gestionado por inteligencia que se conecta a plantas nuevas o existentes. El modelo contractual elimina el desembolso inicial: la empresa financia, instala y opera el sistema; el cliente paga una tarifa menor que la penalidad por incumplir la norma y recupera el costo con ahorros por desplazamiento de cargas y reducción de picos de demanda. Mientras el sol cae, las baterías entregan energía y, cuando la red cobra tarifa nocturna, recargan sin intervención humana.
Adoptar un sistema híbrido no solo esquiva sanciones. Significa mantener producción en caso de cortes, negociar contratos de energía más flexibles y mejorar la calificación ESG ante inversionistas que exigen carbono bajo y resiliencia alta. Para la cadena productiva —desde cementeras hasta data centers— el precio de un segundo fuera de línea supera con creces el alquiler de una batería inteligente.
La autoridad prevé publicar las reglas técnicas definitivas en los próximos meses y dar 24–36 meses para la adaptación. Quien no cumpla enfrentará restricciones de despacho, tarifas de respaldo y posible suspensión de interconexión. ErgoSolar ya agenda auditorías energéticas gratuitas para mapear consumos y proponer soluciones a medida antes de que el reloj regulatorio marque cero.
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