Japón reanuda la importación de petróleo mexicano después de tres años, mientras México diversifica sus mercados ante los aranceles impuestos por Estados Unidos.
En un movimiento que refleja los vaivenes del mercado energético global, Japón ha decidido reanudar la importación de crudo mexicano después de una pausa de al menos tres años. La refinería japonesa Cosmo Oil ha contratado al buque tanque DHT Trader para cargar petróleo mexicano, probablemente de la variedad Isthmus, desde el oeste de México el 28 de febrero. Esta acción subraya la búsqueda de Japón por diversificar sus fuentes de petróleo y aprovechar oportunidades en mercados más económicos.
Este giro en las relaciones comerciales se produce en un contexto donde Asia ha incrementado sus importaciones de crudo latinoamericano. El auge de la producción no convencional en Estados Unidos ha desplazado estos cargamentos, reduciendo sus precios y haciéndolos más atractivos para mercados asiáticos.
México, poseedor de la tercera mayor reserva probada de petróleo en Latinoamérica, después de Venezuela y Brasil, ha manifestado su intención de diversificar sus ventas de petróleo hacia destinos en Asia, reduciendo su dependencia de Estados Unidos, que incrementa su independencia energética.
Además de Japón, países como India también han incrementado sus importaciones de crudo latinoamericano. De hecho, Pemex exportará su primer cargamento de crudo extraligero Olmeca a la India este mes, demostrando la estrategia de México de ampliar su presencia en mercados asiáticos.
Este resurgimiento de las relaciones comerciales entre Japón y México en el sector energético no solo fortalece los lazos bilaterales, sino que también refleja la dinámica cambiante del mercado petrolero global, donde las naciones buscan adaptarse a nuevas realidades económicas y geopolíticas.
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