INE veta motes: ¡adiós 'Ministra del Pueblo' y 'Juez de AMLO'!

Descubre por qué el INE prohibió que las boletas electorales incluyan apodos o títulos grandilocuentes, impidiendo a candidatos usar sobrenombres como “Ministra del Pueblo” o “Juez de AMLO” en la próxima elección judicial.

INE veta motes: ¡adiós 'Ministra del Pueblo' y 'Juez de AMLO'!

¿Querían a la “Ministra del Pueblo” en la boleta? Pues el INE ha dicho que ni pensarlo. Lo mismo para ese otro personaje que pretendía autodenominarse “juez de AMLO” o “juez del pueblo”. En resumen, cada cual tendrá que contentarse con su nombre real, sin adornos rimbombantes. El Consejo General del Instituto Nacional Electoral decidió por unanimidad que no habrá espacio para sobrenombres o motes en las boletas de la elección judicial que se aproxima.

Sobrenombres, fuera

¿La razón? De acuerdo con el INE, la inclusión de apodos iba a liar la existencia. Primero, porque llenar el documento con frases como “Ministra del Pueblo” o “El juzgador de la nación” rompería el formato usual y, segundo, por un tema de equidad: meter esos “alias” favorece a quien quiera ponerse un título populista, ¿o cómo? Imagínate las “creatividades” que podrían florecer: “Magistrado Revolucionario”, “Ministra Fiel del Pueblo Santo”… en fin, un carnaval.

¿Por qué arriesgar la equidad electoral?

Según los consejeros, dejar que algunos usen nombres pomposos y otros no genera un desnivel injusto para los contendientes. Y, peor todavía, la boleta se volvería casi ilegible, con letra reducida y confusa, dificultando que la gente ubique a quién darle su voto (o su abucheo). De por sí, la gente a veces batalla para encontrar al candidato indicado; añadirle slogans en lugar de nombres es complicar la historia.

La ruta de los seis modelos de boleta

El INE anduvo muy puesto y diseñó seis boletas distintas para cada tipo de elección judicial (Ministras de la SCJN, Magistradas Electorales, Juezas de Distrito, etc.). Cada una tendrá su color (Pantone y toda la cosa) y presentará a las candidaturas de manera unificada: puras letras con el nombre real. Habrá listados separados —mujeres y hombres—, un número identificador, y listo. Sin “Ministra del Pueblo” y sin “Juez de AMLO”. Fin de la farsa.

¿Demasiado rígido o razonable?

Algunos dirán que el INE se pasó de estricto, que había que permitir la libre expresión. Otros aplauden que paren la cargada populachera en las boletas. De cualquier modo, el árbitro electoral ya tomó su decisión: cero motes a modo de marketing personal. Nadie se llevará esa corona de folklor, ni siquiera “El juez de la 4T” que presumía querer figurar. Los votantes tendrán que memorizar nombres reales, sin títulos épicos, y elegir a quien mejor les parezca.

Esto le pasa a quien se emociona queriendo ser “Ministra del Pueblo” en una boleta oficial: la burocracia —y quizá el sentido común— los bajó a la tierra. Al fin y al cabo, los jueces y ministras deberán, en teoría, encandilar con sus credenciales jurídicas, no con su autoproclamada épica. Ojalá así, al menos, haya un poco más de formalidad en estas elecciones que, por sí solas, ya tienen su buena dosis de drama.

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