La estatal mexicana inicia una nueva era: diversifica ingresos con electricidad, gas y logística, buscando independencia financiera para 2027.
En los pasillos de la Torre de Pemex, en la Ciudad de México, se respira un aire inusual. No es un día cualquiera: la petrolera más emblemática de México anuncia que ya no será únicamente un gigante del crudo. El Plan Estratégico 2025–2035 es más que un documento corporativo: es un viraje histórico. Pemex se prepara para vender electricidad a la CFE, exportar gas a Guatemala y ofrecer servicios logísticos a cualquier cliente que pueda pagarlos.
La presidenta Claudia Sheinbaum, junto al director general Víctor Rodríguez Padilla, presentó la hoja de ruta que busca algo impensable hasta hace poco: que la estatal sea autosuficiente financieramente a partir de 2027, sin depender de inyecciones de capital público.
En Salina Cruz, Tula, Cangrejera y Nuevo Pemex, el ruido metálico y el vapor de las chimeneas pronto no solo serán parte del paisaje. Pemex invertirá en cogeneración: aprovechará el calor residual de sus procesos para producir 2,750 megawatts de electricidad.
—“Antes ese calor se perdía; ahora será negocio”, comentó un ingeniero veterano en Tula.
Los proyectos ya tienen nombre y capacidad asignada:
Tula, Hidalgo: 650 MW
Salina Cruz, Oaxaca: 600 MW
Cangrejera, Veracruz: 900 MW
Nuevo Pemex, Tabasco: 600 MW
La idea es simple, pero ambiciosa: vender electricidad a la CFE y a grandes industrias, usando la infraestructura ya existente y reduciendo costos de operación.
En el Istmo, el Gasoducto Interoceánico conectará Jáltipan con Salina Cruz, llevando 150 millones de pies cúbicos diarios a una planta de licuefacción. Desde ahí, Guatemala podría convertirse en un nuevo cliente.
En Tabasco, la Conexión Maya enlazará Dos Bocas con el gasoducto marino Mayakán, reforzando el suministro del sur. Y en Coatzacoalcos, un ducto de apenas 11 kilómetros, pero de alto impacto, surtirá 120 millones de pies cúbicos diarios a la industria local.
Un funcionario de alto nivel en Pemex fue claro:
—“Es la primera vez en décadas que pensamos el gas como un negocio fronterizo, no solo interno”.
Durante años, los remolcadores, embarcaciones y sistemas de almacenamiento de Pemex solo servían a la propia empresa. Ahora, cualquier compañía podrá contratar sus servicios de transporte marítimo, traslado de personal y almacenamiento.
Esto no requiere grandes inversiones, pero sí cambia el modelo mental: Pemex se abre a competir en mercados que antes ignoraba.
Aunque el plan sigue apostando por alcanzar 1.8 millones de barriles diarios de crudo, también mira hacia las energías renovables, geotermia e incluso el litio. El objetivo: que en el mediano plazo, la mitad de sus ingresos provengan de fuentes no petroleras.
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