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Dos Bocas vs. Tula: qué dicen hoy los datos de gasolinas

Dos Bocas vs. Tula: qué dicen hoy los datos de gasolinas

Energía afirma que Dos Bocas lidera; los números aún ponen a Tula arriba en gasolinas. Qué logró Olmeca, qué falta y cómo afecta al mercado.

La narrativa oficial presume que Olmeca–Dos Bocas ya encabeza la producción de gasolinas; los números del propio sistema de refinación muestran otra fotografía: avances relevantes, sí, pero con Tula todavía al frente y una refinería tabasqueña operando por debajo de su capacidad de diseño. Para permisionarios, transportistas y tomadores de decisión, el matiz importa: disciplina operativa y tiempos de rampa siguen marcando el pulso del abasto.

Entre la afirmación política y la realidad operativa

La Secretaría de Energía sostuvo esta semana que Dos Bocas es ya “la refinería que más gasolinas produce” y que refina del orden de 270 mil barriles diarios. La declaración proyecta seguridad, pero la serie más fresca de operación del Sistema Nacional de Refinación (SNR) ubica a Olmeca todavía en una fase de consolidación: procesa crudo con tendencia ascendente, aporta un volumen creciente de petrolíferos, pero no lidera la producción de gasolinas. En septiembre, Tula mantuvo la delantera en ese rubro.

El contraste no es menor. Implica cómo se planean mantenimientos, cómo se programa la logística primaria y cómo se comunicará el equilibrio entre importaciones y producción local en los próximos meses. Para los agentes del downstream, esa diferencia se traduce en riesgos de suministro, costos y decisiones comerciales.

Qué sí está logrando Olmeca

Hay progreso medible. La carga de crudo promedio de Dos Bocas se ha movido en la franja de 190–200 mil barriles diarios con picos recientes que sugieren una estabilización de trenes y unidades clave. Su “mix” de productos ya incluye gasolinas, diésel de ultra bajo azufre y coproductos de conversión (como coque), señal de que la refinería gana profundidad de proceso.

Ese dinamismo ya empujó el uso de capacidad del SNR hacia el umbral de 50% y elevó la producción total de petrolíferos de Olmeca al segundo sitio del sistema. Para un complejo que arrancó con marchas y contramarchas, la rampa es tangible.

Por qué Tula sigue delante en gasolinas

La Miguel Hidalgo opera desde hace décadas con una cadena logística y de hidrotratamiento asentada, integra mejor sus corridas y—con paros programados típicos—mantiene consistencia en las unidades que maximizan gasolina. En los últimos cortes, su producción diaria de ese combustible superó a la de Dos Bocas. No significa que Olmeca no pueda rebasarla en el mediano plazo; significa que, hoy, la curva de aprendizaje y los ajustes de catalizadores, hidrógeno y balances internos aún pesan.

Capacidad de diseño vs. utilización real

Dos Bocas fue concebida para 340 mil barriles diarios de crudo. La operación reciente sugiere una utilización ligeramente por encima del 55%. La brecha entre diseño y realidad es normal en rampas de complejos de conversión alta: la sintonía fina de hidrodesulfuradoras, reformadores, FCC y manejo de azufre toma meses. Lo relevante es la trayectoria: si los picos se vuelven mesetas y las mesetas escalones, el sistema absorberá mejor la demanda de petrolíferos sin depender tanto de importaciones.

Lo que viene: rampa, clima y crudo

Hay tres condicionantes inmediatos:

  1. Rampa por trenes. Mientras un tren concentre la carga principal y el otro se consolide, seguirá habiendo asimetrías entre proceso total y producción específica de gasolinas.

  2. Estacionalidad y eventos. Lluvias, tormentas y mantenimientos pueden recortar días efectivos de procesamiento y mover inventarios.

  3. Calidad del crudo. La ventana entre corridas pesadas y mezclas más ligeras influye en rendimientos de gasolina y en los cuellos de hidrógeno; la optimización de “slates” será decisiva.

Señales para el mercado

Para mayoristas y estaciones: la oferta nacional de gasolinas mejora, pero no lo suficiente para desplazar completamente el componente importado. Para transportistas: las secuencias de envío desde el sureste seguirán ajustándose; planeación de ductos y terminales será crítica. Para finanzas corporativas: la narrativa de “autosuficiencia inmediata” no debe sustituir escenarios de cobertura y logística; la volatilidad operativa todavía es un factor.

Lectura estratégica

El mensaje político busca confianza. El mensaje técnico pide paciencia. Dos Bocas está pasando de proyecto a activo relevante, pero aún no valida, con datos consistentes mes a mes, el liderazgo en gasolinas. El SNR agradece cada barril nacional adicional; el mercado, en cambio, exige consistencia y claridad en métricas verificables. El equilibrio entre ambos lenguajes definirá el 2026.

FAQ 

¿Dos Bocas ya es la refinería que más gasolinas produce?
Hoy, los cortes de operación ubican a Tula aún por delante en gasolinas. Dos Bocas avanza y ya es clave en petrolíferos, pero sigue en rampa.

Si Dos Bocas tiene mayor capacidad de diseño, ¿por qué no lidera todavía?
La curva de arranque y la sintonía fina de unidades (hidrógeno, hidrotratamiento, FCC) toman meses. La utilización real aún está por debajo del 100%.

¿Cuándo podría superar Dos Bocas a Tula?
Cuando ambos trenes y sistemas auxiliares operen de forma estable y sostenida. En el corto plazo, la prioridad es consolidar la rampa sin paros imprevistos.

¿Qué implica para el abasto de gasolinas?
Mejora la oferta nacional, pero el sistema aún requiere importaciones. La planeación de logística y mantenimientos sigue siendo crítica.

¿Por qué los discursos oficiales y los datos operativos difieren?
El discurso resalta metas estratégicas; la operación se mide con datos de proceso. La consistencia mensual definirá el liderazgo real.


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