La administración Trump autorizó a Chevron a reanudar la extracción de petróleo en Venezuela bajo condiciones que impiden beneficios directos al gobierno de Maduro.
En un giro geopolítico inesperado, la administración de Donald Trump autorizó a Chevron a reanudar la extracción de petróleo en Venezuela, tras meses de licencia revocada. La decisión, confirmada por The Wall Street Journal, forma parte de un acuerdo más amplio entre Washington y Caracas que incluyó un intercambio de prisioneros y nuevas condiciones para evitar que el régimen de Nicolás Maduro se beneficie directamente de las operaciones.
Chevron, que opera en Venezuela a través de empresas mixtas con PDVSA, fue durante años el último gran operador estadounidense en el país sudamericano. Su producción representaba hasta el 25% del total nacional, con más de 240,000 barriles diarios antes de que se suspendiera su licencia en mayo de este año.
La nueva autorización llega con límites estrictos: el gobierno venezolano no podrá recibir regalías ni impuestos por la producción de Chevron, lo que busca evitar que los ingresos petroleros fortalezcan al régimen chavista. La medida también responde a una estrategia de Washington para contrarrestar la creciente influencia de China en el sector energético venezolano, luego de que Pekín obtuviera acceso a campos antes operados por la petrolera estadounidense.
El acuerdo se dio en paralelo a un triple canje diplomático: EE.UU. liberó a 252 venezolanos detenidos en El Salvador, Caracas excarceló a 10 ciudadanos estadounidenses, y se reanudaron vuelos de deportación directa entre ambos países. En la negociación participó el enviado especial Ric Grenell, mientras que el secretario de Estado Marco Rubio habría condicionado la reapertura a que no se generaran ingresos para Maduro.
Chevron celebró la decisión como una oportunidad para restablecer operaciones bajo cumplimiento estricto de las sanciones. “Conducimos nuestros negocios globalmente en apego a las leyes y marcos regulatorios aplicables, incluyendo los de EE.UU. en Venezuela”, declaró su portavoz, Bill Turenne.
El regreso de Chevron podría inyectar dólares frescos a la economía venezolana, aunque sin pasar por las arcas del Estado. También podría aliviar presiones en el mercado petrolero global, donde el temor a una sobreoferta ha mantenido los precios volátiles. El crudo Brent apenas subió 0.1% tras conocerse la noticia, cotizando en 68.57 dólares por barril.
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