Chevron finalizó la compra de Hess por 53,000 millones de dólares tras ganar una disputa legal contra ExxonMobil por derechos sobre el bloque petrolero Stabroek en Guyana. La decisión redefine el mapa energético global.
Chevron ha cerrado oficialmente la adquisición de Hess Corporation por 53,000 millones de dólares, luego de que un panel de arbitraje internacional fallara a su favor en una disputa con ExxonMobil y CNOOC sobre los derechos de preferencia en el bloque Stabroek, una de las zonas petroleras más prometedoras del mundo, ubicada frente a las costas de Guyana.
El fallo, emitido por la Cámara de Comercio Internacional (CCI), despejó el principal obstáculo que amenazaba con descarrilar la operación. Exxon y la estatal china CNOOC argumentaban que tenían derecho preferente sobre la participación de Hess en el bloque, pero el tribunal determinó que esos derechos no aplicaban en el contexto de una fusión corporativa.
“Es una interpretación clara del lenguaje contractual. Estamos muy satisfechos de que la transacción ya se haya cerrado”, declaró Mike Wirth, CEO de Chevron.
El bloque Stabroek es uno de los descubrimientos petroleros más importantes de la última década. Con reservas estimadas en más de 11,000 millones de barriles, Guyana ha pasado de ser un país sin producción a convertirse en un actor clave en el mercado global.
Hess posee un 30% del bloque, mientras que ExxonMobil lidera el consorcio con un 45% y CNOOC mantiene el 25% restante. La entrada de Chevron en este triángulo estratégico no solo le da acceso a reservas de bajo costo y alta calidad, sino que también reconfigura el equilibrio de poder entre las grandes petroleras en América Latina y el Caribe.
Aunque ExxonMobil expresó su desacuerdo con el fallo, también reconoció el resultado del proceso arbitral. La empresa mantiene su liderazgo operativo en el bloque, pero ahora deberá coexistir con Chevron como socio, en un entorno donde la cooperación será clave para maximizar la producción y evitar tensiones internas.
“No estamos de acuerdo con la interpretación del panel, pero respetamos el proceso de resolución de disputas”, dijo Darren Woods, CEO de Exxon.
Tras el anuncio, las acciones de Chevron cayeron un 1%, mientras que las de Exxon bajaron casi un 2%. Aunque la reacción bursátil fue moderada, el mensaje a la industria es claro: los derechos de preferencia sobre activos no necesariamente bloquean fusiones corporativas, un precedente que podría influir en futuras adquisiciones en el sector energético.
La adquisición de Hess por parte de Chevron no es solo una operación financiera: es una jugada geopolítica y estratégica que consolida la presencia de la petrolera estadounidense en uno de los nuevos epicentros del crudo mundial. Guyana, hasta hace poco un actor marginal, se convierte en terreno de disputa entre gigantes energéticos, en un momento donde la seguridad energética y la transición global están en el centro del debate.
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