Con una inversión histórica de 800 millones de dólares, el Gobierno federal y la CFE lanzan el primer proyecto termosolar de gran escala en México. Las plantas en Baja California Sur prometen energía limpia, firme y sin intermitencia, marcando un giro estratégico en la transición energética nacional.
En un país donde el sol abunda pero la innovación energética ha sido escasa, el anuncio de la construcción de dos plantas termosolares en Baja California Sur marca un punto de inflexión. Con una inversión de 800 millones de dólares, la Comisión Federal de Electricidad (CFE) ejecutará el primer proyecto de este tipo en México, con tecnología de almacenamiento térmico en sales fundidas que permitirá generar electricidad incluso de noche
.La presidenta Claudia Sheinbaum presentó el proyecto como parte del Plan de Expansión Energética 2025, destacando que estas plantas colocan a México “en la vanguardia” de la generación solar firme
.A diferencia de los sistemas fotovoltaicos, la tecnología termosolar utiliza espejos móviles (heliostatos) que concentran la radiación solar en una torre central. El calor se almacena en sales fundidas a temperaturas de hasta 900 °C, lo que permite producir vapor para accionar turbinas eléctricas durante 11 horas continuas, incluso sin sol.
Este sistema reduce la intermitencia, sustituye combustibles fósiles como el diésel y el combustóleo, y descarboniza el sistema eléctrico en una región históricamente dependiente de generación contaminante.
La entidad ha sido una “isla energética”, desconectada del Sistema Eléctrico Nacional y dependiente de centrales obsoletas que queman combustóleo y diésel. Con tarifas altas y apagones frecuentes, la demanda de energía firme y limpia es urgente.
Las nuevas plantas ocuparán entre 240 y 280 hectáreas y beneficiarán a entre 100 mil y 200 mil hogares, especialmente en zonas turísticas e industriales.
El subsecretario de Planeación y Transición Energética, Jorge Marcial Islas Samperio, explicó que este proyecto permitirá aprovechar el recurso solar del norte del país y avanzar hacia la autosuficiencia energética.
Por su parte, Emilia Calleja Alor, directora general de la CFE, aseguró que se trata de “la mejor tecnología que existe actualmente para el aprovechamiento de la energía solar”.
Si el modelo funciona, será replicado en otras regiones del país, especialmente en zonas con alta demanda estacional. Además, se espera que contribuya al cumplimiento de la meta legal del 35% de generación eléctrica con energías limpias para 2030.
Este proyecto no solo representa una apuesta tecnológica, sino también una decisión política para transformar el sistema eléctrico mexicano desde sus cimientos.
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