La Secretaría de Economía promete agilizar trámites para inversión extranjera, pero ¿realmente elimina obstáculos o solo redistribuye la burocracia? Un análisis crítico de la reforma y su impacto en la competitividad de México.
La Secretaría de Economía (SE) presentó un Acuerdo para "simplificar" trámites vinculados a la inversión extranjera, fusionando procesos y reduciendo plazos. Aunque el discurso oficial celebra la medida como un impulso a la competitividad, un examen detallado revela luces y sombras que cuestionan su eficacia real.
El proyecto, liderado por Marcelo Ebrard, plantea:
Fusionar 2 trámites clave: La "Autorización de la Comisión Nacional de Inversiones Extranjeras (CNIE)" y la "Autorización para inversión neutra" en un solo proceso.
Reducir plazos: De 105-120 días hábiles a 35-45 días.
Eliminar duplicidades: Como copias certificadas y requisitos repetidos.
Digitalización: Uso prioritario de la Ventanilla Digital Nacional de Inversiones.
Según la SE, esto alineará a México con estándares internacionales y aprovechará el flujo récord de IED (USD 36,872 millones en 2024).
Plazos aún extensos:
Aunque se reducen, 45 días hábiles para una autorización siguen siendo excesivos frente a países como Chile (15 días) o Colombia (20 días).
La "inscripción en el RNIE" mantiene un plazo de 30 días, cuando en economías avanzadas este paso es automático.
Digitalización limitada:
El Acuerdo menciona sistemas electrónicos, pero no garantiza interoperabilidad con otras dependencias (SAT, IMSS). Sin esto, los inversionistas seguirán atascados en trámites paralelos no cubiertos por la reforma.
Ejemplo: Un estudio del IMCO (2024) señala que el 68% de las empresas extranjeras deben realizar más de 5 trámites adicionales para operar en México.
Costos ocultos no abordados:
La SE argumenta que eliminar copias certificadas ahorrará hasta $5,000 MXN por trámite. Sin embargo, no menciona:
Honorarios legales para interpretar requisitos (entre 50,000 MXN según Cámara de Comercio).
Traducciones oficiales de documentos (hasta $3,000 MXN por página).
Tiempo perdido: 45 días de espera pueden retrasar proyectos críticos, especialmente en sectores como manufactura o energía.
Inversión neutra: ¿Solución o parche?
El mecanismo de "inversión neutra" (fideicomisos para eludir restricciones) se mantiene como opción, pero:
Añade complejidad: Requiere contratos notariales y aprobación caso por caso.
Desincentiva transparencia: Según Transparencia Mexicana, el 40% de las inversiones bajo este esquema carecen de trazabilidad clara.
El proyecto se presentó sin Manifestación de Impacto Regulatorio (MIR), herramienta clave para evaluar efectos reales. Esto genera dudas:
¿Por qué no se midió el impacto en sectores estratégicos como energía o telecomunicaciones?
La OCDE recomienda que toda reforma regulatoria incluya un análisis costo-beneficio, pero aquí brilló por su ausencia.
Mientras México fusiona trámites, otros países avanzan en automatización total:
España: Sistema CIRCE electrónico resuelve autorizaciones en 72 horas.
Singapur: Portal BizFile+ integra todos los trámites empresariales en 48 horas.
Costa Rica: Desde 2023, las empresas extranjeras se registran en línea sin plazos de espera.
La reforma es un paso en la dirección correcta, pero se queda corta:
✅ Aciertos: Menos trámites duplicados y plazos teóricamente menores.
❌ Fallas: Digitalización incompleta, costos indirectos ignorados y falta de transparencia en su diseño.
Para ser realmente competitivo, México necesita:
Ventanillas únicas interinstitucionales que cubran todos los trámites (federales y locales).
Plazos máximos de 7 días para autorizaciones, como en las mejores prácticas de la OCDE.
Eliminar la inversión neutra y regularizar esquemas opacos.
¿Tú qué opinas? ¿Crees que esta reforma atraerá más inversión o solo maquillará la burocracia? Comenta y suscríbete a AI Regula Solutions para análisis exclusivos.
Fuentes consultadas: IMCO (2024), UNCTAD World Investment Report 2024, OCDE Regulatory Policy 2023.
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