Mercado energético mexicano pierde fuerza: WoodMac

Wood Mackenzie advierte que el mercado de gas y electricidad en México enfrenta una desaceleración por factores climáticos, mantenimiento en infraestructura y presiones globales. El panorama exige ajustes estratégicos urgentes.

Mercado energético mexicano pierde fuerza: WoodMac

El mercado de gas y electricidad en México atraviesa una fase de desaceleración que ha encendido alertas entre analistas y operadores. De acuerdo con el reporte más reciente de Wood Mackenzie, titulado “Mexican gas and power market loses steam: Is a rebound in sight?”, el país enfrenta una combinación de factores climáticos, interrupciones operativas y presiones geopolíticas que han debilitado el crecimiento esperado en el sector energético.

Uno de los principales elementos detrás de esta caída es el impacto climático, particularmente la temporada de lluvias, que ha reducido la demanda de electricidad para enfriamiento y, al mismo tiempo, ha incrementado la generación hidroeléctrica. Este fenómeno ha desplazado la producción en plantas de ciclo combinado y turbogas, afectando directamente el consumo de gas natural.

Además, el mantenimiento en infraestructura crítica, como la terminal de licuefacción Altamira FLNG1, ha provocado paros intermitentes que llevaron la demanda de gas de alimentación a cero en varias ocasiones. Esto ha tenido un efecto dominó en los flujos de exportación desde el sur de Texas, afectando la cadena de suministro binacional.

En contraste, la producción nacional de gas seco mostró una recuperación del 2% en los últimos dos meses, tras una caída del 10% en mayo por problemas de calidad. Sin embargo, Wood Mackenzie advierte que persisten riesgos de volatilidad que podrían revertir esta tendencia si no se estabilizan las condiciones operativas.

Desde una perspectiva estructural, el desarrollo de nuevas plantas de generación eléctrica y la expansión de capacidad instalada podrían impulsar la demanda de gas en el mediano plazo. No obstante, el avance dependerá de la preparación de la infraestructura y de la certidumbre regulatoria para atraer inversión.

A nivel internacional, las medidas comerciales del gobierno de Donald Trump, como nuevos aranceles a México, están generando incertidumbre adicional. Según el analista Rodrigo Rosas, estos cambios ya están afectando los motores de la industria manufacturera y la inversión, lo que podría tener repercusiones directas en el consumo energético.

En conjunto, el sector energético mexicano enfrenta una coyuntura compleja que exige replantear estrategias de planeación e inversión, tanto para actores públicos como privados. La volatilidad climática, los retos operativos y las presiones geopolíticas están redefiniendo el panorama, y la pregunta clave es si el mercado podrá recuperar su impulso en los próximos meses.


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