Los precios del petróleo muestran volatilidad mientras la OPEP+ evalúa aumentar producción y la tregua en Medio Oriente alivia tensiones. Descubre cómo estos factores impactarán tu bolsillo y la economía global.
El mercado del petróleo vive estos días como un marinero en alta mar: navega entre la calma aparente y la amenaza de nuevas tormentas. Mientras escribimos estas líneas, el Brent cotiza a $67.55 y el WTI a $65.20, números que esconden una batalla silenciosa entre factores geopolíticos, decisiones de producción y la siempre volátil demanda global.
La tregua en Medio Oriente:
Tras 12 días de escalada que llevaron los precios por encima de $80, el cese al fuego entre Israel e Irán devolvió cierta estabilidad. Pero como advierte Giovanni Staunovo de UBS: "Esto es solo un respiro temporal".
La OPEP+ en la mira:
Cuatro fuentes revelaron a Reuters que el cartel petrolero planea aumentar producción en 411 mil barriles diarios en agosto. Si se confirma, sería el cuarto incremento consecutivo, una jugada arriesgada en un mercado que aún no se recupera.
La demanda fantasma:
Las sombras sobre el crecimiento económico global persisten. China no termina de despegar, Europa enfrenta una recesión técnica y EE.UU. mantiene tasas altas. ¿Resultado? Menos apetito por crudo del esperado.
La paradoja actual: Mientras los precios acumulan un 5% de alza mensual, sufrieron su peor semana desde marzo 2023. ¿Cómo explicarlo? Simple: el mercado petrolero se ha convertido en un péndulo que oscila entre el miedo y la codicia.
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