Pemex redefine su modelo de negocio con un plan para comercializar electricidad generada por cogeneración, gas natural y servicios logísticos, ampliando su presencia en el mercado energético nacional y regional.
Petróleos Mexicanos (Pemex) está listo para dar un giro estratégico en su modelo de negocio. En la presentación del Plan Estratégico 2025–2035, el director general Víctor Rodríguez Padilla anunció que la empresa estatal buscará comercializar gas natural, electricidad generada por cogeneración y servicios logísticos a terceros, incluyendo a la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
La nueva apuesta incluye la generación de electricidad a partir del calor residual de sus procesos industriales, con cuatro proyectos de cogeneración que suman una capacidad instalada de 2,750 megawatts. Las plantas estarán ubicadas en Tula (650 MW), Salina Cruz (600 MW), Cangrejera (900 MW) y Nuevo Pemex (600 MW), y permitirán a Pemex vender energía directamente a la CFE, además de abastecer zonas industriales y urbanas del Sureste.
En paralelo, Pemex construye tres gasoductos clave para ampliar su capacidad de transporte de gas natural. El primero es el gasoducto Interocéanico, que conectará Jáltipan, Veracruz, con Salina Cruz, Oaxaca, y tendrá una capacidad de 150 millones de pies cúbicos diarios. Este ducto abastecerá la refinería de Salina Cruz y una planta de licuefacción, con potencial de exportación hacia Guatemala.
El segundo proyecto es la Conexión Maya, que enlazará el gasoducto marino Mayakán con el puerto de Paraíso, Tabasco, sede de la refinería de Dos Bocas. Tendrá una capacidad de 547 millones de pies cúbicos diarios. El tercero, Coatzacoalcos 2, será un ducto de 11 kilómetros con capacidad de 120 millones de pies cúbicos diarios para abastecer la zona industrial local.
Además de energía y gas, Pemex ofrecerá servicios logísticos como remolque y amarre de embarcaciones de gran calado, traslado de personal costa afuera, y almacenamiento y entrega de productos petrolíferos. Esta diversificación busca aprovechar la infraestructura existente y generar nuevas fuentes de ingreso para la empresa.
Con este esquema, Pemex no solo fortalece su papel en el mercado energético nacional, sino que se posiciona como un proveedor estratégico en la región, con capacidad para exportar gas y ofrecer soluciones integrales a empresas públicas y privadas.
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