Sheinbaum redefine el rumbo de Pemex con apertura y control

La presidenta Claudia Sheinbaum marca distancia del modelo energético de AMLO con una estrategia para Pemex que combina disciplina financiera, reapertura a la inversión privada y exploración de gas no convencional.

Sheinbaum redefine el rumbo de Pemex con apertura y control

La política energética de la presidenta Claudia Sheinbaum comienza a tomar forma y, aunque mantiene el discurso de soberanía energética heredado de Andrés Manuel López Obrador, marca una ruptura clara en la ejecución. El nuevo enfoque hacia Petróleos Mexicanos (Pemex) combina disciplina financiera, apertura a la inversión privada y una visión pragmática sobre el papel de la empresa estatal en el mercado energético global.

La primera señal fue contundente: una emisión de bonos por 12 mil millones de dólares desde la Secretaría de Hacienda para cubrir vencimientos de deuda de Pemex, sin comprometer el balance del gobierno federal. El movimiento fue bien recibido por los mercados y provocó que Fitch Ratings mejorara la calificación crediticia de Pemex por primera vez en más de una década.

El segundo paso fue la presentación del Plan Estratégico 2025–2035, elaborado por las secretarías de Energía, Hacienda y Pemex, con un enfoque técnico y financiero que busca reducir la deuda, aumentar la producción y atraer inversión privada. Durante el evento, Sheinbaum afirmó: “Hemos logrado construir una visión de futuro para Pemex con una revisión minuciosa de los números”.

Reapertura a la inversión privada

Uno de los giros más relevantes es la reapertura a la inversión privada en exploración y producción, tras seis años de parálisis bajo el gobierno anterior. Pemex busca firmar 21 contratos mixtos con empresas privadas para alcanzar una producción de 450 mil barriles diarios hacia 2033, lo que representaría el 25% del total nacional.

La secretaria de Energía, Luz Elena González, lo resumió así: “Nuestra misión es construir un modelo energético propio que combine soberanía con competitividad, que garantice justicia energética para los más vulnerables, pero que también convoque al sector privado”.

Gas no convencional y seguridad energética

Otro cambio de fondo es la apertura al desarrollo de gas no convencional, una opción que AMLO rechazó por su impacto ambiental. El nuevo CEO de Pemex, Víctor Rodríguez Padilla, reconoció que México necesita reducir su dependencia del gas importado de Estados Unidos, que hoy representa más del 90% del consumo nacional.

“Necesitamos ese gas y debe ser gas nacional. Estamos explorando todas las posibilidades”, declaró Rodríguez Padilla. Según el Plan Estratégico, el 57% del potencial petrolero del país está en yacimientos no convencionales, y Pemex se ha fijado la meta de producir 5 mil millones de pies cúbicos diarios de gas natural hacia 2030.

Exportaciones, refinación y energías limpias

A diferencia de López Obrador, quien buscaba eliminar las exportaciones de crudo, Sheinbaum permitirá que Pemex siga exportando excedentes del Sistema Nacional de Refinación y planea comenzar a exportar diésel en 2027. La política comercial de la empresa se mantendrá abierta a los mercados internacionales.

Además, la nueva administración apuesta por energías limpias. Pemex desarrollará proyectos de cogeneración, solar y eólica, con el objetivo de comercializar excedentes de energía limpia, en contraste con la visión crítica de AMLO hacia las renovables.

La estrategia de Sheinbaum no solo busca rescatar a Pemex, sino reposicionarlo como un actor competitivo y sostenible en el nuevo contexto energético global. La clave estará en lograr un equilibrio entre soberanía, rentabilidad y transición energética, sin perder de vista la urgencia de sanear las finanzas de la empresa más endeudada del mundo.


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