Pemex revela el envío masivo de crudo y gasolinas a Cuba por séptimo trimestre consecutivo, bajo el disfraz de "ayuda humanitaria". Descubre cómo esta operación opaca pone en riesgo las finanzas nacionales.
19,600 barriles diarios de crudo. 2,000 barriles de gasolinas. 3,100 millones de pesos regalados en un solo trimestre. Estas no son cifras de ayuda humanitaria: son el precio que México paga por una política que prioriza el simbolismo político sobre la supervivencia financiera de Pemex. Por séptimo trimestre consecutivo, los envíos a Cuba continúan mientras la petrolera más endeudada del mundo liquida su futuro a crédito.
Todo se mueve a través de Gasolinas Bienestar S.A., la subsidiaria creada expresamente para evadir el radar de Estados Unidos. Mientras Pemex Transformación Industrial (PMI) maneja el comercio internacional limpio, esta filial "hermana" opera en la penumbra: compra crudo a Pemex, lo vende a Cuba en pesos, y declara ante la SEC que todo es "a tasas de mercado". Pero los analistas lo desmienten: Cuba, en bancarrota energética, no puede pagar precios reales. Es un teatro contable donde México asume las pérdidas.
Estos envíos representan 3.3% de las exportaciones totales de crudo y 1.9% de los derivados. Parece poco, pero en un contexto donde Pemex necesita cada centavo para pagar su deuda de $101 mil millones, es un lujo suicida. Peor aún: cada barril enviado a Cuba es un barril que no se vende a mercados que sí pagan en dólares. Mientras el gobierno habla de "razones humanitarias", los proveedores de Pemex esperan meses para cobrar y los pozos nuevos no se perforan por falta de inversión.
Claudia Sheinbaum insiste en que el apoyo continuará. Pero calla que:
Cuba recibe crudo mexicano desde julio de 2023 sin mostrar capacidad de pago real.
Esta operación desvía recursos de la modernización de refinerías y la exploración.
El "precio de mercado" en pesos es una ficción cuando el peso se deprecia y el dólar manda.
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