Pimienta y Eagle Ford: la gran apuesta shale de México

Pemex busca reactivar la producción con yacimientos no convencionales que podrían aportar 250 mil barriles diarios y 500 mmcfd de gas hacia 2030.

Pimienta y Eagle Ford: la gran apuesta shale de México

México se prepara para dar un giro histórico en su política energética: las formaciones Pimienta y Eagle Ford serán los primeros yacimientos de petróleo y gas de esquisto en desarrollo comercial, según el análisis más reciente de Wood Mackenzie. Estas áreas, ubicadas en el norte del país, podrían aportar más de 250 mil barriles diarios de líquidos y 500 millones de pies cúbicos de gas por día hacia principios de la década de 2030, si Pemex logra superar los retos técnicos, financieros y regulatorios.

Un potencial que supera las reservas actuales

México posee 64 mil millones de barriles de petróleo crudo equivalente en recursos prospectivos no convencionales, cifra que rebasa con creces sus reservas probadas. Pimienta (Jurásico Superior) y Eagle Ford (Cretácico) destacan por su geología consolidada, continuidad con plays exitosos en Texas y alto contenido orgánico, lo que las convierte en candidatas naturales para iniciar la explotación shale en el país.

El plan: contratos mixtos y capital privado

El Plan Estratégico Pemex 2025-2035 contempla 21 proyectos bajo contratos mixtos, donde la empresa estatal mantendrá al menos el 40% de participación, asociándose con operadores privados que aporten tecnología, capital y experiencia en perforación horizontal y fracturación multietapa. Sin embargo, ningún proyecto ha iniciado y la falta de licitaciones competitivas genera dudas sobre la transparencia del proceso.

Fracking: el debate que regresa

Aunque el gobierno evita usar el término, la explotación de shale requiere fracturamiento hidráulico. Pemex asegura que aplicará tecnologías avanzadas y uso de agua residual tratada, pero organizaciones ambientales advierten riesgos por consumo hídrico y contaminación. El giro contrasta con la política del sexenio anterior, que había prometido prohibir el fracking, y coloca a México en la ruta de países como EE.UU. y Argentina, donde esta técnica disparó la producción.

Desafíos: deuda, infraestructura y tiempo

  • Finanzas: Pemex arrastra más de 106 mil millones de dólares en deuda y adeuda 22 mil millones a contratistas, lo que limita el capital disponible para proyectos shale.
  • Infraestructura: se requieren redes de suministro especializadas, plantas de tratamiento de agua y logística para arenas y químicos.
  • Tiempo: la producción comercial no llegará antes de 2028; los primeros años serán pilotos para validar la viabilidad económica.

¿Por qué importa?

México importa más del 70% del gas que consume, principalmente desde EE.UU. Pimienta y Eagle Ford podrían reducir la dependencia externa, estabilizar precios y atraer inversión privada, pero el éxito dependerá de ejecución rápida, transparencia y gestión ambiental responsable.

Conclusión

El desarrollo de Pimienta y Eagle Ford no es solo un proyecto técnico: es una apuesta estratégica para la soberanía energética y la viabilidad financiera de Pemex. Si se concreta, México podría entrar al club del shale; si fracasa, quedará como otro intento fallido en la historia de los no convencionales.

Compartir Post:

Deja un comentario

Todos los campos son obligatorios *