Nearshoring impulsa el consumo eléctrico en la construcción: ¿Está México preparado para la demanda energética del futuro?

Mientras el consumo eléctrico industrial cayó en 2023, el sector de la construcción rompió la tendencia con un alza del 5.59%, impulsado por el nearshoring. Expertos advierten: sin inversiones urgentes, el país podría enfrentar un déficit crítico de energía para 2030.

Nearshoring impulsa el consumo eléctrico en la construcción: ¿Está México preparado para la demanda energética del futuro?

Mientras el consumo eléctrico de la industria mexicana registró una caída del 16.12% en 2023, el sector de la construcción brilló con luz propia: su demanda de energía creció un 5.59%, según un análisis de Coparmex Nuevo León basado en datos de la Secretaría de Energía. Este incremento, impulsado por el auge del nearshoring, refleja un desafío mayor: México no está invirtiendo lo suficiente para cubrir la demanda energética que se avecina.

La paradoja energética: menos industria, más construcción

El último Balance Nacional de Energía revela que la construcción consumió 122.39 petajoules en 2023 (frente a 115.91 en 2022), representando el 10% del total industrial. Este repunte contrasta con la caída del 10.86% en industrias metálicas básicas, tradicionalmente voraces en energía.

¿La razón? El nearshoring está detonando obras de infraestructura, parques industriales y ampliaciones logísticas, especialmente en el norte del país. Sin embargo, el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) alerta que, si no se actúa ya, en 2030 la demanda superará en 13.4% a la capacidad actual, generando un déficit equivalente a 48,000 GWh (gigawatts-hora).

Inversión urgente: el reloj no espera

El IMCO es claro: se requieren $40,185 millones de dólares en infraestructura eléctrica para 2030, pero los proyectos deben arrancar en 2025 para evitar colapsos. "Sin reglas claras para el sector privado o presupuesto suficiente en la CFE, México perderá inversiones", advierte el organismo.

Roberto Cantú Alanís, presidente de Coparmex Nuevo León, coincide: "Hay proyectos frenados por falta de energía. No podemos permitir que el nearshoring se convierta en una promesa incumplida".

Con la electromovilidad y la digitalización presionando aún más la red, el tiempo apremia. México debe elegir: o acelera su transición energética o se quedará en la oscuridad del estancamiento.

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