El ranking Brand Finance México 2025 exhibe caídas drásticas: Claro se devalúa 16 %, Pemex cede terreno y Bimbo sale del Top 10. La inflación, la deuda y la incertidumbre política pasan factura a los gigantes.
Cuando Brand Finance destapó este año su lista de las 50 marcas mexicanas más valiosas, el golpe fue doble: la cerveza Corona ratificó su corona con un alza cercana al 29 %, mientras que símbolos históricos como Claro, Pemex y Bimbo acusaron recibo de un 2024 lleno de inflación, tasas altas y elecciones inciertas. El informe, aunque bautizado 2025, mide el pulso del último ejercicio y deja un mensaje inequívoco: la fuerza de una marca puede evaporarse tan rápido como el apetito de los inversionistas.
Bimbo, ese pan blanco que ha acompañado desayunos durante generaciones, perdió tanto oxígeno que salió del Top 10 por primera vez en más de una década. La panificadora enfrentó márgenes presionados por granos caros y un consumo interno que se frenó cuando la inflación mordió los bolsillos; su puntuación de familiaridad sigue alta, pero el “índice de fortaleza” retrocedió lo suficiente para que cadenas de retail emergentes la desbancaran.
En telecomunicaciones la sorpresa la dio Claro. Mientras su hermana Telcel subió al cuarto puesto gracias a un negocio móvil sólido, Claro cayó al quinto lugar después de que su valor de marca se contrajera 16 %. Analistas de Brand Finance apuntan a un portafolio enfocado en entretenimiento digital que, en México, sigue lejos de los ingresos recurrentes que ofrece la telefonía básica. El resultado: menor proyección de regalías futuras y, por ende, menos valor contable del intangible.
La petrolera estatal perdió un peldaño y hoy vale 3 030 millones de dólares como marca. El informe subraya la presión de su pasivo financiero y las deudas con proveedores, además de la incertidumbre por la transición energética. Aunque conserva calificación A+, su historia reputacional sigue manchada por paros en refinerías y un Ku-Maloob-Zaap en declive; todo eso pesa en la ecuación que Brand Finance utiliza para proyectar ingresos atribuibles a la marca.
El sector de la construcción flaqueó y arrastró a Cemex —ahora última del Top 10— con un desplome de 28 % en valor de marca. Las obras públicas desaceleradas, tarifas de crédito más caras y la guerra de precios entre cementeras globales erosionaron expectativas de caja para los próximos años.
No todas las historias son de tormenta. Corona Extra extendió su reinado, impulsada por exportaciones récord y una estrategia global de patrocinio deportivo que reforzó su recordación. Modelo Especial, su hermana, protagoniza el ascenso más veloz con un salto de más de 34 % en valor. Oxxo y Banorte también exhiben resiliencia: la cadena de tiendas de conveniencia creció 22 %, mientras el banco regiomontano escaló cuatro puestos gracias a la digitalización agresiva de sus servicios.
Brand Finance explica que el frenazo económico del año pasado se combinó con el endurecimiento monetario en EE. UU., un peso volátil y la cautela empresarial previa a la elección presidencial. Todo ello redujo inversión publicitaria y aplazó lanzamientos de producto, variables clave en la fórmula de “fortaleza de marca”. La lección es clara: construir valor intangible lleva años; perderlo, apenas un trimestre de malos titulares.
Los expertos sugieren tres caminos: 1) inversión coherente en marketing aun en ciclos bajos; 2) diversificación geográfica para equilibrar riesgo país; y 3) resolver cuanto antes problemas operativos que erosionan confianza. En un mercado donde la cerveza suma y el petróleo resta, las marcas mexicanas aprenden que el intangible vale tanto como el balance financiero que lo respalda.
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