El gobierno mexicano acelera proyectos de almacenamiento estratégico de gas natural en Tamaulipas y Veracruz para reducir la dependencia de importaciones desde Estados Unidos.
La dependencia energética de México respecto al gas natural de Estados Unidos ha encendido las alertas. En abril, The New York Times advirtió que esta vulnerabilidad podría convertirse en un “talón de Aquiles” si el gobierno de Donald Trump decide cerrar la frontera norte a las exportaciones de este hidrocarburo. Hoy, el país cuenta con reservas para apenas cuatro o cinco días, lo que ha llevado al gobierno federal y a estados como Tamaulipas y Veracruz a acelerar proyectos de almacenamiento estratégico.
En Campo Brasil, ubicado en Río Bravo, Tamaulipas, se proyecta el primer sistema subterráneo de almacenamiento de gas natural en México. La infraestructura, que aprovechará yacimientos agotados, podría alcanzar una capacidad inicial de 30,000 a 40,000 millones de pies cúbicos, con un potencial de hasta 495,000 millones, según estimaciones de Grupo Fénix.
La ubicación es estratégica: está conectada a la red nacional de gasoductos, lo que facilitaría la distribución del gas a todo el país. Además, forma parte del corredor de importación desde Texas, lo que permitiría complementar la seguridad energética del noreste mexicano.
Otro punto clave es Tuzandapetl, en Veracruz, donde se ubican cavernas de domos salinos que podrían almacenar hasta 16,000 millones de pies cúbicos en una primera etapa. Este sitio, rodeado por un parque ecológico de más de 1,100 hectáreas, ya cuenta con infraestructura de almacenamiento de hidrocarburos y podría ser adaptado para gas natural.
También se analizan otras ubicaciones como la cuenca de Burgos en Tamaulipas y Salinas de Hidalgo en San Luis Potosí, aunque en este último caso se requieren estudios previos.
El gobierno de Tamaulipas ya solicitó al Centro Nacional de Control de Gas (Cenagas) establecer reglas claras sobre tarifas y operación para la inyección y manejo del gas. Se contempla que el proyecto funcione con capital mixto o inversión privada, lo que podría acelerar su desarrollo.
La urgencia es clara: México importa más del 70% del gas natural que consume, y una interrupción, incluso breve, podría causar estragos económicos mayores que los aranceles, según expertos citados por The New York Times.
Todos los campos son obligatorios *