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Jalisco en jaque: la falta de diésel paraliza transporte y amenaza la industria

El desabasto de diésel en Jalisco paraliza transporte y afecta la industria. Pemex no ha informado causas ni soluciones, crece la incertidumbre.

Jalisco en jaque: la falta de diésel paraliza transporte y amenaza la industria

El desabasto de diésel en Jalisco se ha convertido en un problema crítico que golpea a sectores estratégicos como el transporte de carga y la industria. Desde hace más de una semana, municipios como Tala enfrentan una situación límite: todas las gasolineras permanecen sin producto, salvo una estación de Pemex, lo que ha obligado a suspender operaciones en empresas de transporte urbano y de logística.

Un problema que escala sin respuesta oficial

De acuerdo con fuentes del sector energético, la crisis se originó en la Terminal de Almacenamiento y Despacho (TAD) de Zapopan, que dejó de surtir a la zona y reubicó la carga a la terminal de El Castillo, en El Salto. Sin embargo, esta tampoco cuenta con inventario suficiente. Ante la emergencia, se analiza trasladar combustible desde Ciudad Madero, Tamaulipas, una medida que refleja la gravedad del desabasto y la falta de redundancia en la cadena logística.

Hasta el momento, Pemex no ha emitido un comunicado oficial sobre las causas del problema ni sobre las acciones concretas para restablecer el suministro. Esta falta de información alimenta la incertidumbre entre transportistas y empresarios, quienes advierten que la situación “está deteniendo el desarrollo económico del municipio y de muchas localidades”.

Impacto directo en la economía y la movilidad

El transporte de carga en México depende en un 80% del autotransporte, y el diésel representa más del 50% de los costos operativos. Cada día sin suministro implica pérdidas millonarias, interrupciones en cadenas de suministro y riesgo de inflación por el encarecimiento de fletes. Empresas de gran calado han tenido que detener traslados urbanos y distribución de mercancías, afectando desde la industria alimentaria hasta la manufactura.

En paralelo, los transportistas locales temen que, si la crisis se prolonga, se vean obligados a paros escalonados, lo que agravaría el impacto económico y social en la región.

Más que logística: un reto de confianza

El desabasto no solo exhibe vulnerabilidades en la infraestructura de Pemex; también pone en entredicho la capacidad de respuesta ante contingencias. En un contexto donde la narrativa oficial apuesta por la soberanía energética, episodios como este envían señales contradictorias al mercado y a los usuarios.

La pregunta que queda en el aire: ¿cuánto tiempo puede resistir Jalisco sin diésel antes de que la crisis se traduzca en un freno real para la economía regional?

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