La Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente (ASEA) actualiza los lineamientos de seguridad industrial y ambiental para el sector hidrocarburos. Descubre cómo impacta a empresas y al medio ambiente.
La Agencia Nacional de Seguridad Industrial y de Protección al Medio Ambiente del Sector Hidrocarburos (ASEA) publicó este miércoles en el Diario Oficial de la Federación (DOF) un acuerdo histórico que simplifica y actualiza los lineamientos de seguridad industrial, operativa y ambiental para las instalaciones de licuefacción de gas natural. La reforma, firmada por Armando Ocampo Zambrano, director ejecutivo de la ASEA, elimina requisitos redundantes y redefine las reglas del juego para un sector clave en la transición energética de México.
El acuerdo, que entra en vigor este 22 de mayo, retira del título original las etapas de Cierre, Desmantelamiento y Abandono de instalaciones, enfocándose ahora en las fases activas: Diseño, Construcción, Pre-arranque, Operación y Mantenimiento. “Es como quitar capas de burocracia para dejar solo lo esencial”, explica un analista del sector. Entre las modificaciones destacan:
Derogación de normas obsoletas:
Se eliminan tres fracciones del Artículo 3 (definiciones vinculadas a cierre y abandono).
Se suprime el Capítulo VIII completo, que regulaba el desmantelamiento de instalaciones.
Se retiran siete artículos del Capítulo X (del 109 al 115), relacionados con el abandono de proyectos.
Nuevas obligaciones de documentación:
Los dictámenes de diseño y pre-arranque deberán conservarse durante todo el ciclo de vida de las instalaciones.
El dictamen de operación tendrá una vigencia mínima de 5 años, ampliando la responsabilidad de las empresas en la transparencia de sus procesos.
Armonización con normas existentes:
Las etapas de cierre y abandono ahora se regirán por las Disposiciones de 2020, publicadas previamente por la ASEA. Esto evita duplicidades y centraliza los requisitos en un solo marco.
Empresas del sector hidrocarburos: Deberán ajustar sus protocolos para alinearse con los nuevos lineamientos, aunque los dictámenes emitidos antes de la reforma conservarán su validez.
Inversores y regulados: La claridad jurídica reduce riesgos operativos, pero exige mayor rigor en la gestión documental.
Medio ambiente: La ASEA enfatiza que la reforma no relaja estándares ambientales, sino que optimiza su aplicación.
La simplificación responde a la Ley General de Mejora Regulatoria, que busca eliminar trámites innecesarios. Para Juan Pérez, abogado especializado en energía, “esto es un balón de oxígeno para las empresas, pero también un recordatorio: la ASEA está priorizando la supervisión en fases críticas como el diseño y operación, donde los riesgos son mayores”.
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