Baterías en refinerías: el plan de PEMEX para estabilizar la red nacional

PEMEX prepara un plan de 600 MW en baterías y proyectos de hidrógeno para 2030. Descubre cómo el almacenamiento de energía puede transformar refinerías y estabilizar la red nacional.

Baterías en refinerías: el plan de PEMEX para estabilizar la red nacional

La transición energética mexicana enfrenta un dilema urgente: ¿cómo estabilizar una red eléctrica cada vez más tensionada por el crecimiento de la demanda y la entrada intermitente de renovables? Tras los apagones de 2024 y 2025, el almacenamiento de energía dejó de ser un concepto futurista y se convirtió en un recurso estratégico. En este contexto, PEMEX ha comenzado a perfilar una ruta que hasta ahora había permanecido en segundo plano: desplegar sistemas de baterías a gran escala (BESS) en refinerías y complejos industriales, además de evaluar el hidrógeno como almacenamiento estacional.

Almacenamiento: la pieza olvidada de la transición

El debate público se ha centrado en megaproyectos solares y eólicos, como los 12,000 hectáreas de tierras de PEMEX para proyectos renovables y el Cantarell Renew (300 MW en 2026). Sin embargo, las baterías y el hidrógeno representan la “capa de flexibilidad” que permitirá que esas renovables tengan un efecto real en la confiabilidad del sistema eléctrico.

En palabras simples: sin almacenamiento, las renovables aportan energía barata y limpia… pero con almacenamiento, además aportan estabilidad, seguridad y respaldo frente a contingencias.

Artículo L: BESS en subestaciones de refinerías

PEMEX controla un portafolio único de infraestructura eléctrica: 6 refinerías, complejos procesadores de gas, petroquímicas y terminales de almacenamiento con interconexión a media y alta tensión. Son 46 sitios estratégicos que ya cuentan con patios eléctricos y subestaciones, lo que reduce costos y tiempos de instalación.

Un BESS típico en estos nodos tendría capacidades de 20 a 50 MW por sitio, con autonomía de 2 a 4 horas, y podría ofrecer servicios como:

  • Regulación de frecuencia y rampas rápidas.

  • Soporte a la red durante picos de demanda.

  • Arranque en negro en caso de fallas.

  • Reducción de picos de consumo dentro de los complejos industriales.

Este tipo de esquemas ya se utilizan en refinerías internacionales, como la de Sarnia en Canadá (20 MW/40 MWh), que ha demostrado beneficios directos en calidad de energía y continuidad operativa.

Artículo CXXI: Hidrógeno como almacenamiento estacional

El hidrógeno complementa a las baterías en otro frente: almacenamiento por semanas o meses. Mientras que un BESS resuelve fluctuaciones diarias, el H₂ puede guardarse en cavernas salinas y usarse durante temporadas críticas.

México tiene experiencia en este terreno: proyectos de cavernas en Tuzandepetl y la operación conjunta CYDSA–PEMEX para almacenar LPG validan la viabilidad geológica y regulatoria. Aprovechar esa infraestructura para pilotos de hidrógeno en polos industriales como Coatzacoalcos–Pajaritos permitiría:

  • Descarbonizar el hidrógeno gris usado hoy en refinerías.

  • Generar reservas energéticas multi-semana.

  • Integrar la producción con renovables en tierras de PEMEX.

Meta: 600 MW para 2030

El plan preliminar contempla alcanzar 600 MW de almacenamiento hacia 2030, con un desglose posible:

  • Refinerías: 6×50 MW = 300 MW

  • Procesadores de gas: 10×15 MW = 150 MW

  • Petroquímicas: 6×15 MW = 90 MW

  • Terminales y marítimas: 8×7.5 MW = 60 MW

De esta forma, PEMEX aportaría flexibilidad al Sistema Eléctrico Nacional en nodos críticos, alineado con el marco regulatorio de la CRE publicado en marzo de 2025, que ya reconoce formalmente a los sistemas de almacenamiento como agentes equivalentes de generación.

Hoja de ruta 2025–2030

  • 2025: Identificación de sitios y estudios de prefactibilidad.

  • Enero 2026: Lanzamiento de un RFI (Request for Information) para fabricantes de baterías industriales y desarrolladores de hidrógeno.

  • 2026–2027: Licitaciones y primeras obras en refinerías y complejos prioritarios.

  • 2027–2028: Entrada en operación de la primera ola (≥250 MW).

  • 2029–2030: Ampliación hasta 600 MW y pilotos de hidrógeno en cavernas.

Conclusión

El futuro energético de PEMEX ya no se limita a producir hidrocarburos o rentar terrenos para renovables. La nueva frontera está en almacenar energía para darle flexibilidad al sistema eléctrico mexicano. Baterías en refinerías y cavernas de hidrógeno no solo apuntalan la seguridad energética, también pueden transformar a PEMEX en un actor clave de la transición.


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