Descubre por qué Claudia Sheinbaum advierte a Google sobre las consecuencias legales de llamar 'Golfo de América' al Golfo de México y cómo el decreto de Trump encendió esta polémica marítima.
En un giro que pocos veían venir, Claudia Sheinbaum puso en la mira al gigante tecnológico Google por cambiar el nombre de una parte del Golfo de México a “Golfo de América” en sus mapas para usuarios de Estados Unidos. La polémica estalló después de que la empresa enviara una carta al canciller mexicano, Juan Ramón de la Fuente, defendiendo la actualización como “consistente con el Sistema de Información de Nombres Geográficos (GNIS)” tras un decreto del presidente estadounidense, Donald Trump, el 20 de enero pasado.
Pero la presidenta mexicana no se tragó el cuento. Mostró el documento de Google donde la compañía, en su lectura, reinterpreta ese decreto para renombrar toda la zona, ignorando que el Golfo de México involucra plataformas continentales de México y Cuba, además de la porción estadounidense. Con gesto serio, Sheinbaum enfatizó que el decreto de Trump —hecho en su primer día de cargo— únicamente aplica al espacio marítimo que pertenece a Estados Unidos, no a las áreas bajo soberanía mexicana o cubana.
“Aquí Google lo que está haciendo es cambiarle el nombre a la plataforma continental de México y de Cuba, y eso no tiene nada que ver con el decreto que hizo el presidente Trump”, disparó Sheinbaum durante su conferencia matutina. La mandataria aclaró que, de no corregirlo, el gobierno estaría dispuesto a llevar el embrollo a tribunales internacionales. La postura oficial quedó refrendada en otra carta enviada el 11 de febrero por el canciller De la Fuente, quien advierte que “bajo ninguna circunstancia” México aceptará que una empresa privada o un decreto foráneo rebautice cualquier zona que incluya territorio nacional.
El tema se puso bajo la lupa la semana pasada, cuando usuarios en EEUU subieron capturas de pantalla de Google Maps (y hasta de Apple Maps) mostrando “Golfo de América” en vez de Golfo de México. Sheinbaum tachó la respuesta de Google de “inaceptable” y dijo que en su misiva del 30 de enero ya había exigido a Sundar Pichai, CEO de la compañía, la corrección inmediata para no incurrir en una invasión nominal del espacio marítimo mexicano. Por ahora, el “Golfo de América” sigue apareciendo en mapas del lado gringo, pero la presidenta dejó claro que, si la iniciativa diplomática fracasa, la vía legal está sobre la mesa.
¿Es Google el verdadero culpable? Algunos expertos en cartografía digital señalan que la empresa se limita a reflejar el estándar de la GNIS al interior de Estados Unidos; sin embargo, el gobierno mexicano considera que esos lineamientos no pueden aplicarse a la porción marítima que pertenece a México. La tensión está servida, y la jugada de Trump renombrando parte del golfo al inicio de su mandato vuelve a provocar un nuevo choque diplomático. Esta vez, entre Sheinbaum y la mismísima Google.
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