La actividad de perforación en México se desploma 43%; Pemex enfrenta deuda, impagos y suspensiones de taladros. Gobierno lanza fondo de 250 mil mdp.
La actividad de perforación en México atraviesa su peor momento en más de una década. De acuerdo con el recuento de Baker Hughes, en agosto de 2025 operaron 28 plataformas frente a 49 un año antes, lo que representa una caída del 43% anual. El ajuste fue más severo en tierra, donde los equipos activos se redujeron a la mitad (de 30 a 15), mientras que en aguas someras pasaron de 19 a 13.
La reducción del rig count no es un dato aislado: la producción de crudo de Pemex cayó de 1.8 a 1.6 millones de barriles diarios en el último año, el nivel más bajo desde 1979. Esta tendencia amenaza la meta gubernamental de estabilizar la plataforma en 1.8 Mb/d hacia 2035 y compromete la recaudación petrolera, que sigue siendo un pilar para las finanzas públicas.
Pemex enfrenta una tormenta perfecta:
Esta situación genera un efecto dominó: pymes proveedoras en Tabasco, Campeche y Veracruz enfrentan quiebras, mientras que miles de empleos están en riesgo.
En agosto, el gobierno lanzó un vehículo financiero administrado por Banobras, con garantía soberana y un monto de 250 mil millones de pesos (13.4 mil millones de dólares). El objetivo: normalizar pagos a proveedores y financiar proyectos estratégicos en exploración y producción. Sin embargo, expertos advierten que la efectividad dependerá de:
Menor producción implica mayor dependencia de importaciones, lo que puede presionar el precio de combustibles y el gasto público. Además, el rescate financiero de Pemex absorbe recursos que podrían destinarse a salud, educación o infraestructura social.
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