Deuda y petróleo a Cuba: ¿quiebra Pemex su alcancía?

Descubre cómo los envíos de crudo y combustibles a Cuba, a través de la filial Gasolinas Bienestar, han incrementado la deuda de Pemex y generado pérdidas millonarias, desatando una nueva polémica en la política energética de AMLO.

Deuda y petróleo a Cuba: ¿quiebra Pemex su alcancía?

El gobierno de Andrés Manuel López Obrador parece haber abierto un nuevo frente de polémica con la creación y operación de Gasolinas Bienestar, S.A. de C.V., la empresa de Pemex que, de acuerdo con estados financieros y reportes bursátiles, envía crudo y combustibles a Cuba en condiciones que han generado pérdidas y un endeudamiento exorbitante. El meollo: algunos acusan que la administración federal está “regalando” petróleo a la isla caribeña, mientras la deuda de Pemex sigue creciendo como una bola de nieve.

En documentos entregados a inversionistas de la Bolsa de Nueva York y a la propia SEC estadounidense, Pemexreconoce que en apenas 15 meses (de julio de 2023 a septiembre de 2024) se han vendido y embarcado al menos 15 mil 600 millones de pesos en petróleo crudo y productos derivados con destino a Cuba. Todo ello a través de Gasolinas Bienestar, filial constituida en febrero de 2022, cuyo objeto social va desde la importación hasta la comercialización de hidrocarburos. Sin embargo, aunque las ventas rozan cifras escandalosas, la utilidad financiera reportada es marginal, casi simbólica. Y ahí es donde empieza la danza de los números rojos.

Para muestra, un botón: en su primer ejercicio, Gasolinas Bienestar reportó ventas por 6 mil 288 millones de pesospero, tras comparar costos, impuestos y otros gastos, registró pérdidas netas. Los mismos reportes exponen que la empresa mantiene un capital contable de apenas 149 millones de pesos, pero arrastra un pasivo de 5 mil 836 millones. Cifras que, en la práctica, reflejan una estructura altamente endeudada, sobre todo con la propia Pemex Exploración y Producción, que al cierre de 2023 ya tenía 4 mil 605 millones pendientes de cobro. En otras palabras, la empresa grande (PEP) presta y la filial apenas puede responder, aun cuando se presume que el “negocio” de exportar petróleo a Cuba va viento en popa.

Quienes conocen las entrañas del sector energético se preguntan si esta dinámica no terminará por asfixiar más a Pemex, que en años recientes ha cargado con una deuda que lo convierte en la petrolera más endeudada del planeta. La apuesta política de sostener un subsidio de facto a un país bajo sanciones internacionales conlleva riesgos adicionales: la Ley Helms-Burton de Estados Unidos, vigente desde 1996, podría implicar sanciones para entidades involucradas en transacciones con Cuba. Y aunque un auditor externo en reuniones del Consejo de Administración de Pemex aseguró que “no hay riesgo” porque Gasolinas Bienestar no es una entidad estadounidense, analistas advierten que la maraña legal puede ser volátil si Washington decide mirar con lupa los envíos mexicanos a La Habana.

Por si fuera poco, los envíos totales a la isla crecieron 86% de 2023 a 2024, pasando de un promedio de 16 mil 800barriles diarios de crudo a 31 mil 300, y de 3 mil 300 barriles de productos derivados a 2 mil 900 (esto último, en el periodo enero-septiembre de 2024). No hay duda de que Pemex y su filial Gasolinas Bienestar se convirtieron en uno de los salvavidas energéticos de Cuba, mientras la situación financiera de la petrolera mexicana pende de un hilo cada vez más frágil.

Las autorizaciones para exportar combustibles no han faltado: la Secretaría de Energía emitió en 2024 varios permisos para que Gasolinas Bienestar pudiera sacar del país millones de barriles de crudo, diésel, gasolina y combustóleo. Todo perfectamente “legalizado” sobre el papel, pero con unas implicaciones económicas que levantan cejas, sobre todo en un México que requiere recursos para muchos otros frentes.

Mientras el Presidente López Obrador defiende los programas de carácter social y aboga por la soberanía energética, los números sugieren que el costo de estos envíos a Cuba puede desfondar a la ya muy endeudada Pemex. El discurso oficial subraya la solidaridad con la isla y descarta “regalos” como tal, puesto que supuestamente se han vendido a precios de mercado. Sin embargo, el diferencial entre costo de ventas y gastos mantiene las cuentas con un color que no parece verde esperanza, sino más bien un rojo intenso. ¿Cuánto tiempo podrá Pemex sostener este juego de malabares? Esa es la gran pregunta.

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